miércoles, 2 de noviembre de 2016

4. Estados de conciencia y drogas.

EL SUEÑO Y ALTERACIONES DEL SUEÑO.
FREUD: INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS.
LAS DROGAS.

"La mente es un conjunto de funciones o procesos del cerebro, como sentir y percibir el propio cuerpo y el mundo en que vivimos, tener motivaciones y emociones, aprender y recordar, olvidar, dormir y soñar, hablar y comprender el lenguaje, etc.; incluidas todas las formas posibles de pensamiento y entendiendo este como la actividad mental que tiene lugar en ausencia de la propia cosa sobre la que se piensa".

Ignacio Morgado: Cómo percibimos el mundo.


"Cuando uno está enfermo los sueños se distinguen a menudo por su insólita relevancia, intensidad y extraordinaria analogía a la vida real. A veces la secuencia de detalles puede resultar monstruosa, pero la escena y lo que en ella se representa alcanzan tal verosimilitud, los pormenores son tan precisos e imprevistos y tan en armonía con el efecto total, que el propio soñador, aun si fuese un artista del calibre de Pushkin o Turguenev, no podría inventarlos despierto. Esos sueños morbosos son recordados largo tiempo y producen una honda impresión en el organismo de un hombre ya de suyo perturbado y agitado."

Fiódor Dostoyevski, "Crimen y Castigo", 1866.
Hay una diferencia importante entre las bases biológicas de la conducta (sistema endocrino y sistema nervioso) y la actividad mental a que esas bases dan lugar. Esa actividad es objeto de estudio por parte de la neuropsicología: investiga la estructura, la organización y el funcionamiento del cerebro humano y cómo influye en los procesos mentales y la conducta. Se pregunta: ¿cómo se origina la experiencia subjetiva a partir de la actividad del cerebro? ¿Basta con conocer las bases biológicas de la conducta para comprender la actividad mental que nos permite tomar conciencia de nosotros mismos y de lo que no somos nosotros mismos?

1. Los estudios sobre la distancia entre la biología del cerebro y la experiencia subjetiva de la conciencia, se pueden agrupar en tres teorías: 

- Dualismo.
- Monismo.
- Emergentismo.

 a) Dualismo: mente y cerebro son dos entidades independientes que pueden interaccionar o no, pero que tienen características diferentes. Autores que lo defienden: Platón (s. IV aC), Descartes (s. XVI), Eccles y Popper (s. XX).

Cerebro (cuerpo) Mente (alma)
Material y espacial Inmaterial, no ocupa espacio
Puede conocerse por medio de la percepción externa. Se puede estudiar tu cerebro sin tu colaboración. Sólo puede captarse por percepción interna (privada y subjetiva). Lo que te pasa por la cabeza solo se puede saber si tu lo dices.
No tiene conciencia: el cerebro no sabe que es cerebro. En ella reside la conciencia: mi yo consciente sabe que es un yo consciente. Sabe que lo que siente, lo siente él y no otro.
No es intencional: no tiene proyectos. Es intencional: hace referencia a un objeto o a un contenido, porque quiere.
Determinismo físico: el cerebro funciona de acuerdo con las leyes biológicas que le corresponden.

Voluntad libre: la mente puede escoger entre diferentes pensamientos y acciones emprendidos por el cerebro y el cuerpo.



Si la mente no es física, ¿cómo puede iniciar cambios físicos en el cerebro? Si yo deseo conscientemente algo eso desencadena ciertos procesos cerebrales. ¿Cómo puede lo espiritual desencadenar procesos materiales?

  

b) Monismo: la mente no es una realidad independiente del cerebro. La mente (y la conciencia) son el resultado del trabajo de las neuronas organizadas. No hay un más allá de la actividad neuronal. La experiencia subjetiva es totalmente material.

c) Emegentismo: la mente (la conciencia) emerge de la organización cerebral, y es capaz de reactuar sobre el cerebro, dirigiendo sus pasos. Lo mental surge de los procesos biológicos, pero sus propiedades son diferentes. Pretende situarse entre el dualismo y el monismo:


- Del dualismo, toma la novedad, respecto al cerebro, que supone la mente. Novedad, porque las propiedades de la mente son distintas de las del cerebro. Por lo tanto, la mente no se puede reducir a una mera actividad de las neuronas. Es algo "inesperado" si solo se atiende al cerebro.

- Del monismo, toma la idea de que no hay mente sin cerebro. No es posible en ningún caso hablar de estados de conciencia sin hacerlo al mismo tiempo de la actividad cerebral.

Tomemos como ejemplo el agua: dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno que se enlazan y forman una molécula llamada agua. En esta alegoría, el endocrino y el neurocientífico estudiarían el hidrógeno, el oxígeno y su enlace. El psicólogo, por su parte, estudiaría el agua. Aunque no hay agua sin hidrógeno ni oxígeno (las hormonas y el SN), las propiedades del agua son bien distintas de las de sus átomos (la mente). Esto es lo que significa que la mente "emerge" del cerebro.

2. La conciencia como actividad mental:

- No es una cosa, es una actividad: al salir a correr, la carrera no es una cosa, es una actividad que hago con mi cuerpo. Del mismo modo, la mente es una actividad que hago con mi cerebro.
- No ocupa un lugar determinado en el cerebro.
- Funciones de la conciencia.
- Métodos de investigación de la conciencia.
- Estados de conciencia.
- El sueño como estado de conciencia.
- Trastornos del sueño
- La interpretación de los sueños.
- La hipnosis.

2.1. La mente no es una cosa: es una actividad. 

De entre todas las actividades mentales destaca una de esas actividades: la concienciaLa conciencia es una experiencia subjetiva del conocimiento de uno mismo y de la realidad.

2.2. Hemos dicho que no es una cosa, sino una actividad. Pero la conciencia, como actividad mental, tampoco es un "espacio" de la mente. Ni es un órgano (una cosa), ni está en un lugar determinado.

Al igual que otras funciones cognitivas (percepción, memoria, lenguaje), no está en un lugar concreto del cerebro, sino que se encuentra distribuida por toda la corteza cerebral en forma de redes neuronales interconectadas y jerarquizadas (es decir, que unas redes son más importantes que otras).

2.3. ¿Qué nos permite la experiencia subjetiva consciente? (funciones de la conciencia):

- Ejercer un control voluntario del organismo: es la experiencia subjetiva de que hay cosas que pasan porque yo quiero y hay cosas que no pasan porque yo no quiero.

- Comunicar a otros nuestros estados mentales y emocionales. 

2.4. Hay dos métodos para investigar los estados de conciencia:

Para saber qué quiere o que no quiere alguien, o qué siente, etc, podemos:

- Ver lo que hace.

- Ver cómo cambia cuando tiene una lesión cerebral.

2.5. La mente abarca los dos estados de conciencia: vigilia (despierto) y estado onírico (dormido).

- La vigilia (consciente). Se rige por el principio de no-contradicción; distingue pasado, presente y futuro; opera con conceptos; es sutil; funciona por el principio de realidad. 

- El pensamiento onírico (inconsciente). Freud describió sus rasgos esenciales: ausencia de lógica (ambivalencia, contradicciones), ausencia de cronología temporal (un trauma de la infancia puede influir toda la vida), no sabe filosofar (trabaja con símbolos que teatraliza y dramatiza), es primitivo (no es sutil), se rigen por el principio del placer (pulsiones que necesita satisfacer para lograr placer).

2.6. De entre los estados de conciencia, el sueño es uno de los que despierta más interés. 

En la vigilia no hay fases. Despiertos somos muy estables. En cambio, el sueño sí pasa por varias fases que se repiten varias veces. Y es bueno que sea así para que el descanso sea de calidad.

En efecto, de acuerdo con los datos aportados por el electroencefalograma (mide la actividad eléctrica cerebral, ya que los impulsos nerviosos transmitidos por las neuronas son electroquímicos), sabemos que los sueños no constituyen un proceso homogéneo y continuo. El sueño supone un patrón de respuesta fisiológica muy complejo y variable. El sueño diario atraviesa un ciclo que se repite de cuatro a seis veces. Cada uno dura 90 minuto. Cada ciclo tiene estas fases alternas:

- Fase I: tránsito de la vigilia al sueño (5% del sueño). Disminuye el latido cardíaco, los músculos se relajan y la respiración se vuelve irregular. Si te despiertan en esta fase, crees que no te has dormido.


- Fase II: sueño ligero. Desciende la temperatura corporal. El cerebro responde a estímulos internos como la digestión o externos como el sonido del teléfono. Si te despiertan en esta fase, crees que estabas dormido. En esta fase se produce el sueño de movimientos oculares rápidos (REM: rapid eye movements), también conocido como sueño paradójico.

- Fase III: sueño profundo. No hay movimientos oculares.

- Fase IV: sueño más profundo. Dura una hora y luego se regresa a las fases III, II, I. En esta fase, es difícil que te despierte y si lo hacen, estás desorientado. En esta etapa puede aparecer sonambulismo o hablar dormido.

2.7. Trastornos o alteraciones del sueño más comunes.

- Insomnio. Puede ser crónico o transitorio. El transitorio se produce por el estrés. El crónico se debe a problemas orgánicos o psicolólgicos.

- Apnea del sueño: durante el sueño la respiraciónse detiene durante 20 segundos o más, hasta que la persona se despierta un poco, traga aire y se vuelve a dormir. Este ciclo se puede repetir muchas veces durante muchas noches.

- Sonambulismo: el sonámbulo mantiene los ojos abiertos y fijos, puede inspeccionar el ambiente evitando los objetos encontrados a su paso e incluso puede vestirse y salir de casa. Si se le despierta, se angustia. Se deja conducir a la cama con facilidad. Puede durar más de media hora.

- Pesadillas nocturnas: comunes en niños y adolescentes.

- Terrores nocturnos: son despertares bruscos precedidos por gritos y lloros, sin contenido onírico (no dejan recuerdos).

- Somniloquio: consiste en hablar o emitir sonidos durante el sueño. Dura pocos segundos. No indica desorden patológico.

- Bruxismo: rechinar de dientes. El niño no se despierta. Etiología desconocida.

2.8. Sigmund Freud: La interpretación de los sueños (1900).

La interpretación psicoanalítica de los sueños se puede resumir en estas ideas:

- La asociación espontánea, libre, con las que el soñador analiza las imágenes de sus sueños.

- Los sueños revelan la existencia del inconsciente. Disfrazan, de manera simbólica, la idealización o la realización de deseos insatisfechos.

- Las relaciones entre lo latente (deseos auténticos y profundos que permanecen ocultos en el inconsciente) y lo manifiesto (sueños recordados, a veces auténticos disparates), no son fáciles de descubrir porque el sujetos reprime sus deseos latentes y se resiste a expresarlos.

- El sueño es el cumplimiento enmascarado de un deseo reprimido. Enmascarado, porque el inconsciente oculta los deseos prohibidos y los modifica en el sueño de forma arbitraria. Esta es la causa de la amnesia onírica.

- Mecanismos de elaboración de los sueños: condensación (fusión, síntesis, de dos o más imágenes oníricas -objetos o personas- en un único símbolo); desplazamiento (traduce, como una metáfora, una imagen onírica en otra); dramatización (convierte las ideas y relaciones abstractas en imágenes visuales).

- Los sueños expresan deseos y conflictos disfrazados como símbolos oníricos.

2.9. La hipnosis.

No hay diferencias en el EEG entre los registros realizados durante la hipnosis (estado de trance) y los estados de vigilia. Por lo tanto no podemos hablar de una semejanza entre la hipnosis y el sueño: relajación profunda, el pulso y la respiración se ralentizan, disminuye la temperatura corporal.

Se utiliza para:

- Desarrollar el autoconocimiento y las capacidades personales.

- En problemas de salud física: dolor.

- Pérdida de seres querido: abandonar el dolor y la rabia.

- Tratamiento de fobias: saber manejar los miedos irracionales.

- Control de hábitos negativos.

2.10. La siesta.

Una de las mejores cosas del fin de semana es que tenemos tiempo para echarnos la siesta. Esta siempre es buena, excepto cuando se usa para contrarrestar problemas de descanso nocturno. Un descanso (breve) es un método eficaz para cargar las pilas y tener energía lo que resta del día. El jefe de Servicio de Medicina Interna en el Hospital Sanitas CIMA, César Morcillodestaca los beneficiosos efectos sobre la salud de esta costumbre: "Reduce la presión arterial, disminuye el riesgo de accidentes cardiovasculares y aumenta la velocidad para resolver tareas". Sin embargo, no pocas veces ocurre que nos despertamos tarde y sumidos es una profunda pereza. Eso habría cambiado si en vez de sucumbir a la siesta nos hubiéramos tomado un café, pero este brebaje es incompatible con dormir…, ¿o no? Quizá tenemos que empezar a desterrar la idea. La siesta y el café pueden tener un punto de confluencia.
Un estudio realizado por el psiquiatra David F. Dinges, de la Universidad de Pennsylvania (EE UU), demostró que la cafeína era eficaz para rebajar la sensación de estar groggy que muchas veces aparece después de una siesta. En los noventa, un estudio titulado Supression of sleepiness in drivers: combination of caffeine with a short nap, ("Supresión de la somnolencia en conductores: combinación de cafeína con una breve siesta"), realizado por la Universidad de Loughborough (Reino Unido), concluyó que tomar una taza café justo antes de dormir por la tarde hace que, al despertar, nos sintamos mucho más despejados, activos y productivos.


SU CUERPO LE PIDE SIESTA (SEA DE DONDE SEA)


Aunque le cueste creerlo, ni es un hábito propio de gente sin fuelle, ni el manido tópico español que completa la folclórica terna junto a la paella y el sol. La siesta no es otra cosa que el mecanismo que tiene el cerebro para bajar unos grados su temperatura y así recuperar el estado óptimo para reemprender con energía las tareas vespertinas. 
Para Francisco Mora, profesor de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid y coautor del libro The Hot Brain: Survival, Temperature, and the Human Body(Mit press), "la siesta es algo para lo que el hombre está genéticamente programado". El ser humano se caracteriza por ser homeotermo, es decir, por mantener su temperatura corporal dentro de unos límites. Ahora bien, a lo largo del día esa temperatura oscila y el organismo trata de controlarla de diversas maneras. Y, una de ellas es la siesta. Así lo explica Mora: "Hacia las 4 de la mañana el cerebro comienza a funcionar y con ello, también se inicia su calentamiento, que será continuado hasta las 2 de la tarde, aproximadamente. Llegado ese pico, el cerebro inicia un proceso de enfriamiento para poder retomar sus funciones en perfectas condiciones. Ese descanso del cerebro es la siesta".

El experimento llevado a cabo por los británicos consistió en someter a doce personas (conductores) con signos de cansancio a tres tratamientos distintos. Un tercio de ellos se echaron una siesta, otro grupo tomó una taza de café (tipo americano, 200 mg de cafeína) o un placebo descafeinado, y el resto, combinaron el café y la siesta. Media hora más tarde, todos ellos fueron invitados a manejar un simulador de conducción durante dos horas. El resultado no pudo ser más sorprendente: los que menos errores cometieron fueron los que combinaron café y siesta.

Mejor juntos que por separado

Lo habitual es pensar que la ingesta de cafeína interfiere en la conciliación del sueño, y lo cierto es que sí lo hace. Pero no de forma inmediata. Y este es el quid de la cuestión: debemos hacer coincidir el momento en que aparecen los primeros efectos excitantes de la cafeína con el final de la siesta. ParaSonia Montilla, neurofisióloga clínica del Servicio de Neurología y Neurofisiología Clínica del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja (Madrid), "casi el 100% de la cafeína ingerida es rápidamente absorbida en el tubo digestivo, aumentando su concentración en el plasma sanguíneo a su nivel máximo en unos 20 o 30 minutos".
Transcurrido ese período "aumentan de los niveles de alerta, se reduce la sensación de cansancio y fatiga y se incrementa la capacidad de esfuerzo intelectual, al mismo tiempo que se mantiene el estado de vigilia a pesar de la privación del sueño", describe Montilla. Así que la clave está en activar la alarma del móvil para que suene 20 minutos después del último trago de café. "Si entramos en la fase REM del sueño, que comienza pasado ese período, la recuperación será tan larga que ya no será posible disfrutar de una siesta higiénica", advierte Francisco Mora, profesor de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro Cuando el cerebro juega con las ideas(Alianza Editorial).
También Morcillo limita a no más de 25 minutos el tiempo que necesitamos para disfrutar del sueño reparador de media tarde. Eso sí, el doctor amplía los requisitos de la siesta perfecta y los condiciona al cumplimiento de algunos factores más como "escoger un lugar tranquilo, silencioso y con un ambiente agradable y evitar al máximo los ruidos y la claridad".

Café, sí; jamón, no

Una siesta saludable no solo exige una logística como la que señalan los expertos, también se han de tener en cuenta ciertos aspectos nutricionales. Tanto lo que comemos como lo que bebemos puede contribuir o dificultar la conciliación del sueño: Morcillo aconseja "evitar alimentos como el jamón, el queso, el beicon o el tomate, ya que contienen tiamina (sustancia que aumenta la liberación de un estimulante cerebral) e ingerir, en su lugar, productos ricos en triptófano (aminoácido que favorece el sueño), como son el yogur, la leche o el plátano".
3. Las drogas psicoactivas (Antonio Escohotado: Historia general de las drogas).
Son sustancias que actúan ("activas") sobre el sistema nervioso central y afectan a la percepción, los sentimientos y la conducta ("psico"). Pueden producir dependencia.

La adicción o dependencia es el uso compulsivo de la droga, de asegurarse su suministro, con elevada tendencia a las recaídas. Una persona adicta ha perdido el control sobre el consumo de la droga. La dependencia puede ser física y psicológica:

- Dependencia física: uso compulsivo de la droga para mantener el bienestar corporal. El sistema nervioso se habitúa a funcionar bajo sus efectos. Cuando se interrumpe su consumo de forma repentina, aparece el síndrome de abstinencia que es el estado opuesto al que se siente cuando se consume la droga.

- Dependencia psicológica: conducta de búsqueda compulsiva de la droga, deseo irrefrenable por conseguirla, incapacidad para desarrollar las actividades cotidianas sin consumirla.

- Tolerancia: se produce cuando la dosis habitual de consumo tiene menos efectos y el consumidor necesita mayores dosis para lograr los mismos efectos que tenía antes.

Las drogas actúan sobre las sinapsis cerebrales estimulando o inhibiendo la actividad de los neurotransmisores. Según sus efectos en el sistema nervioso central, las drogas pueden ser:

a) Depresoras del sistema nervioso central (fármacos de paz): disminuye el estado de alerta, las funciones mentales (atención, razonamiento, memoria e inteligencia).

- Alcohol: no es un estimulante ni un afrodisiaco; es un sedante del SNC. En pequeñas dosis amortigua la conciencia, reduce las inhibiciones sociales y produce sensaciones de relajación y euforia. El consumo excesivo daña el sistema nervioso, el hígado. El alcoholismo crónico puede originar delirium tremens (o "síndrome de Korsakoff"), que borra la memoria a corto plazo.

- Fármacos sedantes (barbitúricos): en dosis bajas tienen el mismo efecto sedante que la embriaguez alcohólica. Facilita los efectos sinápticos del neurotransmisor GABA. Se utilizan para inducir al sueño. En dosis altas puede causar síntomas psicóticos (pérdida de contacto con la realidad).

- Fármacos tranquilizantes (ansiolíticos): alivian la ansiedad, alivian el nerviosismo, el estrés, el miedo, inducen al sueño. Entre los ansiolíticos, estacan las benzodiacepinas (diacepán -Valium-, clorazeptato -Tranxilium-),

- Opíáceos (morfina y heroína): analgésicos para aliviar el dolor. Producen tolerancia, dependencia física y tolerancia. Cuando se interrumpe su ingestión el adicto se vuelve hiperexcitable, deprimido e hipersensible al dolor. La metadona es un fármaco para combatir la adicción a los opiáceos porque neutraliza la euforia que produce la heroína. Pero puede desarrollar dependencia.

b) Estimulantes del SNC (fármacos de energia): activación general del organismo, del rendimiento mental, la atención, ayudan a combatir la fatiga. Quitan el apetito.

- Cafeína: se encuentra en el café, el té, algunos refrescos y en el chocolate.

- Anfetaminas: se usan para tratar la narcolepsia y la hiperactividad infantil. Su consumo prolongado produce tolerancia. En dosis elevadas aparece insomnio, pérdida de peso, deterioro de las condiciones físicas y mentales, delirios paranoides.

- Cocaína (o su variedad más barata: el crack): incrementa la actividad del cerebro sensibles a los neurotransmisores noradrenalina (activa el cerebro) y dopamina (produce oleadas de placer). Cuando se acaban sus efectos el sujeto puede sufrir trastornos del sueño, ansiedad o depresión.

c) Sustancias o fármacos "visionarios".

- Éxtasis (MDMA, Adam, XTC): droga sintética con propiedades alucinógenas (empatía). Puede provocar deshidratación, hipertermia, tensión muscular, desmayos, escalofríos.

- Marihuana y hachís (derivados de las hojas y de las flores de la planta del cáñamo); la grifa son las hojas con bajas proporciones de su principio activo; el kif es la mezcla picada con tabaco. Sus efectos subjetivos son alternos: por una parte, las risas, la agudeza para lo cómico, la efusión sentimental, la desinhibición; por otra parte, la aprensión, la tendencia a ir al fondo de la realidad, la zozobra, a sobreponer en el presente el pasado y el futuro. Es útil para frenar el glaucoma, las naúseas producidas por la quimioterapia, para estimular el apetito en personas con sida y  para aliviar los espasmos de la esclerosis múltiple.

- Sustancias psicodélicas (LSD, mescalina): producen experiencias peculiares, utilizado por los Beatles o Andy Warhol para sus creaciones artísticas, por los hippies (para la autoexploracíón del inconsciente). Producen sinestesia: el sonido se puede experimentar como visión, el tacto como sonido.

Puedes consultar el siguiente enlace en el que se proyecta una animación sobre el primer viaje de LSD de la historia: http://culturainquieta.com/es/inspiring/item/9664-esta-animacion-reproduce-el-primer-viaje-en-lsd-de-la-historia.html  También puedes ver: https://www.bing.com/videos/search q=viaje+al+lsd+youtube&view=detail&mid=60F54FA7EEB99A4572F460F54FA7EEB99A4572F4&FORM=VIR

El reloj que llevamos dentro - biología



























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