viernes, 8 de febrero de 2019

Historia de la filosofía. 1º Bachillerato (19-20).





Resultado de imagen de leonardo aristoteles platón

Época Antigua.


Filósofos presocráticos.

1) Tales de Mileto (624 a.C-546 a.C,).

El arjé de la fisis es el agua. Es el primer elemento material que está siempre presente en todas las cosas, es decir, en los distintos estados en que se puede mostrar la naturaleza: sólido, líquido y gaseoso. El agua es un elemento material e inmanente (sale de la misma naturaleza).

2) Pitágoras de Samos (527 a.C.-496 a.C.).

-Teoría de la trasmigración de las almas. Según ella, las almas son entidades inmortales que se ven obligadas a permanecer en cuerpos (de cualquier ser vivo) reencarnándose sucesivamente pasando de unos a otros durante un periodo de tiempo indeterminado (de ahí el parentesco entre todos los seres vivos), hasta superar el proceso de reencarnaciones gracias a la purificación (catarsis), que culmina en el regreso del alma a su lugar de origen. Para ello, era necesario observar numerosas reglas de purificación, por ejemplo, la abstinencia de la carne, así como diversas normas rituales y morales. 

- Pitágoras afirmaba también que los números eran el principio (arjé) de todas las cosas. Aristóteles pensaba que la doctrina pitagórica del número se basaba en descubrimientos empíricos; por ejemplo, el hecho de que los intervalos musicales puedan expresarse numéricamente.

Según Cicerón (siglo I a.C.), Pitágoras fue la primera persona en aplicar el término "filósofo" y lo hizo para referirse a sí mismo.

3) Parménides de Elea (Nace entre el 530-515 aC-Fecha de la muerte desconocida).



"Ni nunca la fuerza de la fe permitirá que de lo que no es se genere algo a su lado. Por lo cual ni generarse ni perecer le consiente la Justicia, soltando sus cadenas, sino que lo tiene sujeto. Mas el juicio acerca de estos caminos se funda en esta pregunta: ¿es o no es? Pues bien, cosa juzgada es, según es necesidad, dejar el uno como imposible de pensar y nombrar, por no ser un camino verdadero, mientras que el otro es y es veraz. ¿Cómo podría ser más adelante lo que es? ¿Cómo podría haberse generado? Porque si se generó, no es, ni si está a punto de llegar a ser un día. Así, la generación se ha extinguido y es ignorado el perecer."
(Poema de Parménides).


Parménides escribió una sola obra, un poema filosófico en verso épico (la lucha entre la ciencia y la opinión) del cual nos han llegado únicamente algunos fragmentos conservados en citas de otros autores. El poema de Parménides representa una revelación divina dividida en dos partes:

- La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios argumentos que demuestran sus atributos: es ajeno a la generación y la corrupción y por lo tanto es inengendrado e indestructible, es lo único que verdaderamente existe —con lo que niega la existencia de la nada— es homogéneo, inmóvil y perfecto.

- La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la constitución y ubicación de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y geográficos, y el origen del hombre, construyendo una doctrina cosmológica completa.


4) Heráclito (540-480 aC).

- Era conocido como «el Oscuro», por su expresión lapidaria y enigmática.

- Su filosofía se basa en la tesis del flujo universal de los seres: «Panta rei», todo fluye. Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. El fuego es una metáfora del movimiento y cambio constante en el que se encuentra el mundo. Esta permanente movilidad se fundamenta en una estructura de contrarios.

- La contradicción está en el origen de todas las cosas El devenir está animado por el conflicto: «La guerra (pólemos) es el padre de todas las cosas». Heráclito sostiene que los opuestos no se contradicen sino que forman una unidad armónica (pero no estática). Por eso Heráclito representa al arjé como el fuego, que se afirma quemando la madera. El fuego y la madera forman una unidad armónica en permanente guerra porque para que el fuego sea tiene que quemar la madera. Pero el fuego dejará de ser cuando la madera no esté.


- De Heráclito es también la doctrina cosmológica del eterno retorno. La transformación universal tiene dos etapas que se suceden cíclicamente: una descendente por contracción o condensación, y otra ascendente por dilatación.

- Este fluir está regido por una ley que él denomina Λόγος (logos). Este logos no solo rige el devenir del mundo, sino que le habla (indica, da signos) al hombre, aunque la mayoría de las personas «no sabe escuchar ni hablar».

- El fragmento citado con frecuencia como "no se puede entrar dos veces en el mismo río" ejemplifica la doctrina heraclítea del cambio: si bien una parte del río fluye y cambia, hay otra,el cauce, que es relativamente permanente y que es la que guía el movimiento del agua. Algunos autores ven en el cauce del río el logos que «todo rige», la medida universal que ordena el cosmos, y en el agua del río, el fuego.


5) Anaximandro (610-545 a.C.).

Discípulo y continuador de Tales,​ y compañero y maestro de Anaxímenes. Se le atribuye solo un libro, conocido con el título Sobre la Naturaleza.​ El libro se ha perdido y su palabra ha llegado a la actualidad mediante comentarios doxográficos de otros autores.​ Se conserva este texto, que es el primero de la filosofía y el primer texto en prosa de la Historia:

El principio (arché) de todas las cosas es lo indeterminado ápeiron. Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo.


 La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arje puede considerarse un paso adelante respecto a Tales. El arje es ahora lo ápeiron (de a: partícula privativa; y peras:, ‘límite, perímetro’), es decir, lo indeterminado, lo ilimitado. Lo que es principio de determinación de toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente ápeiron designa de manera abstracta esta cualidad. Lo ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro concibe como algo material, es «lo divino» que da origen a todo.

¿A qué se refiere Anfaximandro con la palabra "injusticia"? Puede que tenga que ver con alguna de estas posibilidades:

- Toda existencia individual y todo devenir es una especie de usurpación contra el arché, en cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la unidad primitiva (algo parecido se encuentra en las doctrinas budistas, que ven el mal en la individualidad).
- Los seres que se separan del arché están condenados a oponerse entre sí, a cometer injusticia unos con otros: el calor comete injusticia en verano y el frío en invierno. El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte, expresada ante las otras como una oposición.

6) Empédocles (495-444 a.C.)

Cree como Parménides que nada puede originarse de la nada y que lo que existe no puede desaparecer, pero mientras que aquel deducía de esto que la realidad era una e inmóvil, Empédocles postuló que eran cuatro los principios materiales de la realidad y que se hallaban en constante movimiento, mezclándose y  repulsándose por las fuerzas espirituales del Amor y el Odio. Estos eran los elementos propuestos por Tales de Mileto, Anaxímenes, Heraclito y Jenófanes: agua, aire, fuego y tierra respectivamente. 

Para explicar el movimiento del Ser, negado por Parménides, Empédocles propone fuerzas motoras externas o diferentes a los cuatro elementos. Estas fuerzas son Amor y Discordia, ​ las fuerzas primordiales de atracción y repulsión. Ellas conviven en constante tensión, alternando su preponderancia en el mundo. Esta no puede ser nunca absoluta de una sobre la otra, pues esto haría que nuestro mundo se disolviera por completo o bien se hallase en un momento en el cual la vida terrestre sería imposible. En un determinado momento de este ir y venir entre la unión y la separación de las cosas es que es posible el nacimiento del mundo tal cual lo vemos.



Sócrates. (470 a.C. – 399 a.C.)

Él paseó, y cuando dijo que le pesaban las piernas, se tendió boca arriba, pues así se lo había aconsejado el individuo. Y al mismo tiempo el que le había dado el veneno lo examinaba cogiéndole de rato en rato los pies y las piernas, y luego, apretándole con fuerza el pie, le preguntó si lo sentía, y él dijo que no. Y después de esto hizo lo mismo con sus pantorrillas, y ascendiendo de este modo nos dijo que se iba quedando frío y rígido. Mientras lo tanteaba nos dijo que, cuando eso le llegara al corazón, entonces se extinguiría.

Ya estaba casi fría la zona del vientre, cuando descubriéndose, pues se había tapado, nos dijo, y fue lo último que habló:
—Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que págaselo y no lo descuides.
—Así se hará, dijo Critón. Mira si quieres algo más.
Pero a esta pregunta ya no respondió, sino que al poco rato tuvo un estremecimiento, y el hombre lo descubrió, y él tenía rígida la mirada. Al verlo, Critón le cerró la boca y los ojos.

Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro amigo, el mejor hombre, podemos decir nosotros, de los que entonces conocimos, y, en modo muy destacado, el más inteligente y el más justo. (Platón, Fedón).

1) “Sólo sé que no sé nada”.

Querefonte, le preguntó al oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le contestó que no había ningún griego más sabio que él (Apología 21a). Al escuchar lo sucedido, Sócrates dudó del oráculo, y comenzó a buscar alguien más sabio que él entre los personajes más renombrados de su época, pero se dio cuenta de que en realidad creían saber más de lo que realmente sabían. Por eso concluyó que si él era el más sabio es porque sabía que no sabía.

2) El cuidado del alma.

El ser humano es un compuesto de cuerpo y alma. El alma es la que tiene que dirigir la vida de todo el ser humano, por eso la máxima obligación de cada uno es cuidarla. Platón atribuye a Sócrates en su diálogo "Gorgias", los siguientes cuidados del alma:

- Es peor cometer una injusticia que padecerla. Es mejor ser bueno que parecerlo, tanto en el ámbito público como en el privado: "...a lo largo de una conversación tan duradera los demás principios han quedado rebatidos, solo este queda en pie, a saber: que es necesario guardarse más de cometer injusticia que de ser víctima de ella, y que todo hombre debe extremar sus cuidados, no en lo referente a parecer bueno, sino a serlo, tanto en lo privado como en lo público".

- Quien de verdad cuida de su alma es indestructible: "Ríndete pues, a mis razones y sígueme por la ruta que te conducirá a la felicidad en esta vida... Sufre que se te menosprecie como un insensato, que te insulten si quieren, y hasta déjate abofetear sin protestar aunque te parezca infamante. Ningún mal te sucederá por ello si eres realmente un hombre bueno dedicado a la práctica de la excelencia."
- Y afirma también en el diálogo "Apología de Sócrates" que la buena vida no depende de los bienes y servicios que podemos consumir sino del tipo de persona en que nos convirtamos: "En efecto, voy por todas partes sin hacer otra cosa que intentar persuadiros, a jóvenes y viejos, a no ocuparos ni de los cuerpos ni de los bienes antes que del alma ni, con tanto afán, a fin de que ésta sea lo mejor posible, diciéndoos: «No sale de las riquezas la virtud para los hombres, sino de la virtud, las riquezas y todos los otros bienes, tanto los privados como los públicos." 


3) Mayéutica.

Es el método aplicado por Sócrates a través del cual el maestro hace que el alumno, por medio de preguntas, descubra conocimientos.​ Como la partera, Sócrates lleva a cabo tres funciones fundamentales:

- Despierta y apacigua los dolores del parto.
- Conduce bien los partos difíciles.
- Y provoca, si es necesario, el aborto.

El proceso es doloroso debido a las crueles interrogantes del método socrático, pero esto desencadena la iluminación, en la que la verdad parte desde el mismo individuo. La técnica consiste en preguntar al interlocutor acerca de algo (un problema, por ejemplo) y luego se procede a debatir la respuesta dada por medio del establecimiento de conceptos generales. El debate lleva al interlocutor a un concepto nuevo desarrollado a partir del anterior.

4) Diferencia entre mayéutica e ironía.


Por lo general, la mayéutica suele confundirse con la ironía que Sócrates. Pero son dos procedimientos distintos, incluso contrarios.


- La mayéutica es el método más adecuado para utilizar con quien cree que no sabe lo que ya sabe. En ese caso el maestro ayuda al discípulo a que entienda que conocer es recordar (reminiscencia). Por ejemplo, en el diálogo platónico "Menón" (escrito aproximadamente el año 387 a.C.), Sócrates aparece sacando de un esclavo la solución de un dificilísimo problema de matemáticas.

- La ironía, sin embargo, la emplea Sócrates con aquellos que creen saber lo que no saben. De funcionar, el interlocutor deberá reconocer que "solo sé que no sé nada". Es el método que aparece en el diálogo platónico de juventud "Apología de Sócrates" en el que éste aparece interrogando a todos aquellos que parecían ser sabios en Atenas pero que en realidad no sabían lo que deberían saber al ser incapaces de definir adecuadamente aquello en lo que tenían fama de especialistas. 
Platón. (428/427 a.C.-r 424/423 a.C.).

MEN.- ¿Y de qué manera vas a investigar, Sócrates, lo que no sabes en absoluto qué es? Porque ¿qué es lo que, de entre cosas que no sabes, vas a proponerte como tema de investigación? 0, aun en el caso favorable de que lo descubras, ¿cómo vas a saber que es precisamente lo que tú no sabías?

Sóc.- Ya entiendo lo que quieres decir, Menón. ¿Te das cuenta del argumento polémico que nos traes, a saber, que no es posible para el hombre investigar ni lo que sabe ni lo que no sabe? Pues ni sería capaz de investigar lo que sabe, puesto que lo sabe, y ninguna necesidad tiene un hombre así de investigación, ni lo que no sabe, puesto que ni siquiera sabe qué es lo que va a investigar.
(Platón. Menón).


1) Segunda navegación de la filosofía.

En la marinería griega, se llamaba "primera navegación" a la que se realizaba solo con la fuerza del viene que hinchaba las velas de la nave. La "segunda navegación", en cambio, consistía en continuar la singladura a golpe de remo cuando no había viento. Platón utiliza esta metáfora marinera para referirse como "primera navegación" al esfuerzo de los presocráticos por encontrar el arjé de la fisis en elementos físicos, materiales (como el aire o el agua). Y segunda navegación a la que él inaugura al intentar explicar la naturaleza acudiendo a causas inmateriales y trascendentes (metafísicas, no materiales, no físicas) a las que llama ideas.

2) El mito del Carro Alado.

El ser humano, aunque en la vida actual se nos presente como un compuesto de cuerpo y alma, en realidad, solo es de verdad su alma. Por eso en esta vida tendrá que acostumbrarse a vivir como si no tuviera cuerpo. En el mito del Carro Alado, Platón nos presenta al alma humana como un carro alado conducido por un auriga -la razón-, tirado por un caballo blanco -las pasiones manejables por la razón, como la ira- y por un caballo negro -las pasiones que se resisten a ser controladas por la razón, como por ejemplo los deseos sexuales-. Si la razón no consigue dominar al caballo negro, el carro perderá sus alas. Y entonces, en lugar de volar hacia lo mejor, caerá hacia lo peor.

 3) Reminiscencia.)

La teoría de la reminiscencia es una teoría del conocimiento según la cual conocer es recordar, tal como pretende demostrar Platón en su diálogo "Menón" en el que Sócrates, por medio de la mayéutica, consigue que un esclavo resuelva un problema matemático sin que nunca antes hubiera estudiado matemáticas.


Para Platón adquirir conocimiento consiste en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el mundo inteligible de las ideas antes de caer al mundo sensible y quedar encerrada en el cuerpo. El recuerdo se logra principalmente mediante el diálogo filosófico



A pesar de que todo lo que el hombre ve, oye y siente se podría considerar como un conocimiento, la veracidad de éste no puede garantizarse, porque no todos los hombres sienten de la misma forma, y lo que para uno es, por ejemplo, caliente, para otro es tibio, y así sucesivamente. Es por eso que resulta difícil o incluso imposible basar la teoría únicamente en las sensaciones, a pesar de que en un principio pueda parecer lo más evidente. 

Frente a este problema, Platón se remite a las matemáticas en las que, sin necesidad de sentir ni experimentar, se puede llegar a proposiciones claramente verdaderas (ciencias formales) que parecen surgir de uno mismo. Ésta evidencia, según la cual la verdad no parece salir del mundo exterior sino de la razón propia, muestra cómo la mente (o el alma) parece producir información común a todos los humanos, por ejemplo cuando se hacen operaciones matemáticas, mientras que las sensaciones parecen producir información individual, que no sirve para crear un conocimiento verdadero. Por lo anterior, a pesar de la tendencia a creer que se obtiene el conocimiento a partir del mundo exterior, el conocimiento verdadero debe provenir de la mente. 

Platón no deseaba limitar su teoría a las matemáticas, sino extenderla también al conocimiento acerca de objetos reales. Por eso se ve en la difícil tarea de idear una forma en la que la mente concibe los objetos del mundo exterior sin tener contacto con ellos. Y esa forma consiste en darle de cierta manera un alma a los objetos, equipararlos de una existencia inmaterial que, al igual que nuestra mente, sea propicia al conocimiento verdadero, ya que puede ser generalizada. Tal existencia inmaterial es la forma del objeto. Así, todos los objetos de una misma clase (por ejemplo, todas las manzanas) se derivan de una misma forma (la manzaneidad), que al ser de la misma naturaleza que la mente se puede conocer, y conociéndola, es posible conocer cualquier objeto derivado de ella (las manzanas particulares). Todas estas Formas se encuentran en el mundo de las Formas, o de las Ideas, en el cual también, según Platón, se encuentran las almas antes de encarnarse en cuerpos y nacer. Es por eso que, según él, todo el conocimiento proporcionado por las formas de las cosas se encuentra en el alma del hombre, pero sólo al contacto con las instancias de las formas, es decir, los objetos concretos, es capaz de recordarlas.

4) Símil de la línea.

Resultado de imagen de símil de la línea

En su diálogo "República", Platon describe esta línea para organizar la vía de la opinión y la vía de la ciencia que describe Parménides en su poema épico. En este caso, las dos vías no están en lucha, sino que, aunque con mucha dificultad, se puede ir desde la opinión hasta la verdad. No son vías excluyentes.

Se trata de una línea que se divide en dos segementos (opinion y ciencia), los cuales a su vez se dividen en dos subsegmentos; la opinión en experiencia y realidad; la ciencia en matemáticas-geometría y contemplación.

- La vía de la opinión es el conocimiento del mundo sensible por medio de la experiencia. Como la experiencia depende de cada persona, y además lo sensible no deja de cambiar, no es posible ponerse de acuerdo en ella. No puede haber ciencia (conocimiento universal), sino solo opinión. Por ejemplo, de una silla podemos distinguir entre todo lo que de ella pueden experimentar distintas personas ("imaginación" o primer subsegmento de la opinión) y la silla real y física que no siempre ha existido y que cambia, se estropea con el tiempo, de la que puede haber ejemplares muy distintos ("creencia" o segundo subsegmento de la opinión).

- La vía de la ciencia es el conocimiento que no se basa en la experiencia. Cuando solo conocemos por medio de la razón, todos conocemos lo mismo y eso que conocemos no cambia. Así, el plano geométrico de una silla puede servir de modelo para que cualquiera a partir de él construya la misma silla ("conocimiento discursivo" o primer subsegmento de la ciencia). Sin embargo, ese conocimiento de la silla aún se basa en una representación geométrica o matemática. Aún es posible un nivel de conocimiento depurado de toda experiencia y representación, el conocimiento de la silla en sí, la idea de silla que el alma contempló en el mundo de las ideas ("inteligencia" o segundo subsegmento de ciencia). 

5) Alma. (3ª ev.).

 El hombre es cuerpo y alma, pero ésta, como pertenece al mundo de las ideas, es más valiosa que el cuerpo. Por eso, éste es considerado una cárcel para el alma, y la muerte significa una liberación.

El alma está dividida en tres partes:

- Por un lado, el apetito, que engloba los deseos relacionados con las necesidades más básicas.

- Por otro, la voluntad, que es fuente de pasiones nobles, por lo que colabora con la razón.

- La tercera parte es la razón, la que nos impulsa a la vida intelectual y a la ordenación de nuestra vida.

Así pues, el alma debe servirse de su parte racional, la única inmortal, para controla la voluntad (alma irascible) y los apetitos (alma concupiscible). Si no fuera así, el hombre caería en la temeridad o en el desenfreno.

6) Equilibrio (3ª ev.).

Mediante el alma racional se adquiere el conocimiento y se controlan las pasiones. Saber y felicidad son las finalidades del hombre. Para que el saber sea posible, el ser humano debe gozar de equilibrio en su alma, y este se alcanza haciendo que cada parte del alma desempeñe la labor que le corresponde (virtud). La armonía entre las partes del alma, bajo el predominio del alma racional, proporciona al hombre justicia, que es el estado moral supremo.

Esta idea de equilibrio entre las partes se extiende al Estado. El hombre solamente puede alcanzar su felicidad en la polis, y esta ha de estructurarse para alcanzar la justicia. El Estado ideal es aquel en el que cada ciudadano cumple con la función para la que está más capacitado. En la utopía platónica, campesinos y artesanos, guerreros y gobernantes deben hacer uso de sus cualidades respectivas (templanza, valor y prudencia) para que reine la justicia general, aunque son los hombres prudentes los que deben gobernar.
 
 

Aristóteles. (384 aC-322 aC)

En los hombres la experiencia proviene de la memoria. En efecto, muchos recuerdos de una misma cosa constituyen una experiencia. Pero la experiencia, al parecer, se asimila casi a la ciencia y al arte. Por la experiencia progresan la ciencia y el arte en el hombre. La experiencia, dice Polus, y con razón, ha creado el arte, la inexperiencia marcha a la ventura. El arte comienza, cuando de un gran número de nociones suministradas por la experiencia, se forma una sola concepción general que se aplica a todos los casos semejantes. Saber que tal remedio ha curado a Calias atacado de tal enfermedad, que ha producido el mismo efecto en Sócrates y en muchos otros tomados individualmente, constituye la experiencia; pero saber que tal remedio ha curado toda clase de enfermos atacados de cierta enfermedad, los flemáticos, por ejemplo, los biliosos o los calenturientos, es arte. En la práctica la experiencia no parece diferir del arte, y se observa que hasta los mismos que sólo tienen experiencia consiguen mejor su objeto que los que poseen la teoría sin la experiencia. Esto consiste en que la experiencia es el conocimiento de las cosas particulares, y el arte, por lo contrario, el de lo general. Ahora bien, todos los actos, todos los hechos se dan en lo particular. Porque no es al hombre al que cura el médico, sino accidentalmente, y sí a Calias o Sócrates o a cualquier otro individuo que resulte pertenecer al género humano. Luego si alguno posee la teoría sin la experiencia, y conociendo lo general ignora lo particular en el contenido, errará muchas veces en el tratamiento de la enfermedad. En efecto, lo que se trata de curar es al individuo. Sin embargo, el conocimiento y la inteligencia, según la opinión común, son más bien patrimonio del arte que de la experiencia, y los hombres de arte pasan por ser más sabios que los hombres de experiencia, porque la sabiduría está en todos los hombres en razón de su saber. El motivo de esto es que los unos conocen la causa y los otros la ignoran. (Aristóteles. Metafísica).


1) Usos de la razón.

Coinciden con las tres actividades fundamentales de los griegos. El ser humano, "animal racional", puede utilizar la razón de tres maneras distintas: para producir cosas (uso productivo), para ser buena persona, para ser feliz, para organizar la sociedad de manera justa (uso práctico) o para conocer la verdad de las cosas sin otro interés que la verdad misma (uso contemplativo). 


2) Animal racional.

Aristóteles define la esencia del ser humano como "animal racional". Mediante el principio de identidad, indica que a los seres que más nos parecemos es a los animales: son nuestro "género". Y por medio del principio de diferencia, afirma que dentro de ese género al que nos parecemos, nos diferenciamos del resto de los animales por el tipo de "racionalidad" que poseemos: la razón es nuestra "especie", lo que nos hace especiales entre todos los seres.

3) Conocimiento por causas (2ª ev).

 El punto de partida del conocimiento lo constituyen la sensación y la experiencia, que nos pone en contacto con la realidad de las sustancias concretas. Por ejemplo, "el examen que estás haciendo". 

Pero el verdadero conocimiento es obra de la razón y consiste en el conocimiento de las causas de lo que se quiere conocer. Para saber de verdad qué es ese examen que estás haciendo, tienes que conocer sus cuatro causas:

- Causa eficiente: la que lo produce. La causa es el profesor que manda hacerlo.
- Causa formal: su esencia. La esencia de un examen es evaluar los conocimientos que tiene el alumno.
- Causa material: de qué está hecho. De preguntas del profesor y de respuestas del alumno.
- Causa final: para qué está hecho. Que el alumno demuestre al profesor lo que sabe.

Cuando se puede dar cuenta de estas causas se puede demostrar científicamente qué es un examen. La ciencia es un saber demostrativo por causas.

4) Método científico inductivo-deductivo (2ª ev).

Se compone de una primera etapa que se caracteriza por la inducción de principios explicativos a partir de los fenómenos observados, y después en una segunda etapa,  sobre estos principios se construyen enunciados que los contengan y se refieran a los fenómenos.


- Etapa Inductiva
La enumeración sobre objetos o acontecimientos individuales se toma como base para una generalización sobre la especie de la que son miembros. Por ejemplo, de entre todos los animales vemos que hay un grupo que se diferencia de los otros por algo que les hace especiales, la razón.

O, en un nivel más alto, los enunciados sobre especies individuales se toman como base para una generalización sobre un género. Por ejemplo, vemos que de entre todas las especies vivas hay varias que son capaces de moverse por sí mismas y de sentir. El género de los animales.

a1 tiene la propiedad P
a2 tiene la propiedad P
a3 tiene la propiedad P
De donde se puede generalizar que todos los ai tienen la propiedad P

- Etapa Deductiva

En la segunda etapa de la investigación científica, las generalizaciones logradas por inducción se usan como premisas para las deducciones de enunciados sobre las observaciones iniciales por medio de un silogismo. Por ejemplo:

Premisa 1: todos los hombres son mortales.
Premisa 2: Sócrates es un hombre.
De lo que se deduce la siguiente conclusión: Sócrates es mortal


5) Hilemorfismo (3ª ev.).

Teoría según la cual todo ser real se compone de materia (hylé) y forma (morphé), siendo la forma universal, y la materia, el principio que la individualiza o particulariza, reduciéndola a un ser concreto. La materia es aquello con lo que se hace algo (por ejemplo, el bronce de una escultura); la forma, aquello que determina la materia para ser algo y por lo cual un objeto es lo que es (por ejemplo, la imagen del dios que el escultor imprime en la materia). Las formas aristotélicas son las ideas platónicas, pero unidas indisolublemente a la materia que configuran para formar el individuo real o sustancia.

6) Eudemonismo (3ª ev.).

La ética aristotélica es eudemonista; es decir, se trata de una ética de la felicidad, bien supremo que Aristóteles no entiende como idea separada, al estilo de Platón, sino como un bien accesible a la actividad práctica del hombre.

El fin último de nuestros actos es alcanzar la felicidad, pero ni la vida activa (política o militar) ni la vida placentera garantizan su logro. Solo la vida teórica o contemplativa, dedicada a la búsqueda del conocimiento, permite ser plenamente feliz, porque esa vida se caracteriza por el ejercicio de aquello que constituye la naturaleza específica del hombre: la razón,  y, más concretamente, del intelecto, cuya actividad lo asemeja a los mismos dioses.




Escuelas helenistas.

1)     Estoicismo

“Libertad no significa no sufrir nada. Es un error. Libertad es colocar el alma por encima de las injurias, y lograr transformarse a sí mismo de tal manera, que sea posible extraer únicamente de sí mismo las propias satisfacciones”  (Séneca. De la constancia del sabio).


Escuela filosófica helenista fundada por Zenón de Citio (336 a.C -264 a.C). Forman parte también de esta escuela: Marco Aurelio, Cicerón, Séneca y Epicteto. Perdemos la tranquilidad cuando pasa lo que no que queremos que pase o cuando no pasa lo que queremos que pase. Sin embargo, siempre pasa lo que tiene que pasar y hemos de aceptarlo con tranquilidad de quien sabe que no puede cambiar lo que no depende de nosotros. Lo que si depende de nosotros es cómo afrontamos todo eso que nos pasa inevitablente. Esto se consigue con entrenamientos espirituales, imaginando lo peor (lo inevitable), para ver cómo podemos actuar en ella. Por ejemplo, imaginando lo inevitable (que me rompa un pie), me entreno espiritualmente viendo cómo soy capaz de actuar en lo que dependa de mí.

2) Escepticismo.

En la filosofía clásica el escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda, representada en la escuela por el filósofo griego Pirrón de Elis (360 a. C.. 270 a. C.), quien decía que "no afirmaba nada, solo opinaba". Afirmaba que los juicios apresurados nos traen más perjuicios que beneficios. La experiencia nos dice que siempre podemos tener nuevos datos, nuevas experiencias o profundizar en nuestro razonamiento, por lo que conviene "suspender el juicio" (epojé) es decir, limitarse a opinar, no afirmar nunca categóricamente que se conoce la verdad sobre algo o sobre alguien, porque eso nos puede llevar a hacer o dejar de hacer algo de lo que nos podemos arrepentirnos cuando, con el tiempo, comprendamos mejor el asunto o a la persona de la que se trate. 

3) Cinismo (3ª ev).

 El griego Antístenes (445-365 aC) fue su fundador y Diógenes de Sinope (412-323 aC) uno de sus filósofos más reconocidos y representativos de su época. La civilización y su forma de vida son un mal. La felicidad se consigue siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza. El hombre lleva en sí mismo ya los elementos para ser feliz, felicidad que consiste en conquistar su autonomía. De ahí el desprecio a las riquezas y a cualquier forma de preocupación material. El hombre con menos necesidades es el más libre y el más feliz. ​

Los cínicos fueron famosos por sus excentricidades y por la composición de numerosas sátiras o diatribas contra la corrupción de las costumbres y los vicios de la sociedad griega de su tiempo, practicando una actitud muchas veces irreverente, la llamada anaideia.

4) Epicureísmo (3ª ev).

Busca la vida feliz mediante la búsqueda inteligente de placeres, la ataraxia (ausencia de turbación) y las amistades entre sus correligionarios. Fue enseñada por Epicuro de Samos, filósofo ateniense (341-270 a. C.), el cual fundó una escuela llamada Jardín y cuyas ideas fueron seguidas por otros filósofos, llamados epicúreos. Para Epicuro la presencia de placer o felicidad era un sinónimo de la ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción: el hambre, la tensión sexual, el aburrimiento, etc. Era un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo que proporcionaba la serenidad o ataraxia. Para Epicuro, los placeres y sufrimientos son consecuencia de la realización o impedimento de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de apetitos, por tanto placeres:

- Los naturales y necesarios, como alimentarse, abrigo y el sentido de seguridad, que son fáciles de satisfacer.



- Los naturales pero no necesarios, conversación amena, gratificación sexual.



- Los no naturales ni necesarios, la búsqueda del poder, la fama, el prestigio, dinero.

Pese a que el placer es un bien y el dolor un mal, hay que administrar inteligentemente el placer y el dolor: en ocasiones debemos rechazar placeres a los que les siguen sufrimientos mayores y aceptar dolores cuando se siguen de placeres mayores.



Época Medieval.

Agustín de Hipona (354-430).



Luego que por medio de estas profundas reflexiones se conmovió hasta lo más oculto y escondido que había en el fondo de mi corazón, y junta y condensada toda mi miseria, se elevó cual densa nube, y se presentó a los ojos de mi alma, se formó en mi interior una tempestad muy grande, que venía cargada de una copiosa lluvia de lágrimas. Para poder libremente derramarla toda, y desahogarme en sollozos y gemidos que le correspondían, me levanté de donde estaba con Alipio, conociendo que para llorar me era la soledad más a propósito, y así me aparté de él cuanto era necesario, para que ni aun su presencia me estorbase. Tan grande era el deseo que tenía de llorar entonces. Bien lo conoció Alipio, pues no sé qué dije al tiempo de levantarme de su lado, que en el sonido de la voz se descubría que estaba cargado de lágrimas y como reventado por llorar, lo que a él le causó extraordinaria admiración y espanto, y le obligó a quedarse soto en el mismo sitio en que habíamos estado sentados.

Yo fui, y me eché debajo de una higuera; no sé cómo ni en qué postura me puse; mas soltando las riendas a mi llanto, brotaron de mis ojos dos ríos de lágrimas, que Vos, Señor, recibisteis como sacrificio que es de vuestro agrado. También hablando con Vos decía muchas cosas entonces, no sé con qué palabras, que si bien eran diferentes de éstas, el sentido y concepto era lo mismo que si dijera: Y Vos, Señor, ¿hasta cuándo?, ¿hasta cuándo habéis de mostraros enojado? No os acordéis ya jamás de mis maldades antiguas. Porque conociendo yo que mis pecados eran los que me tenían preso, decía a gritos con lastimosas voces: ¿Hasta cuándo, hasta cuándo ha de durar el que yo diga, mañana, y mañana? ¿Pues por qué no ha de ser desde luego. y en este día?, ¿por qué no ha de ser en esta misma hora el poner fin a todas mis maldades?
(San Agustín de Hipona. Confesiones).

1) Razón y fe.

Existe solo una Verdad, que es Cristo, hacia la que la razón y la fe colaboran de distinta manera. Cuanto más profundicemos en la filosofía (la razón), más nos interesaremos por esas cuestiones, como la verdad, que una vida no bastaría para resolver: "comprende para creer", dice San Agustín. Y es en esa apertura y deseo por la verdad, en que Dios nos revela lo que estamos buscando y en lo que creemos por medio de la fe: "cree para comprender". Es abrazando a Cristo por la fe, que alcanzamos la verdad de esa incertidumbre que hemos abrazado con la razón.


2) Persona.

Es uno de los primeros autores que desarrolló la noción de "persona" en el pensamiento cristiano. Persona es sobre todo experiencia "personal", es decir, no una experiencia como las otras, sino una en la cual en la experiencia le va a la persona su propia personalidad, es decir, la experiencia íntima que cada cual tiene de sí mismo. No una relación abstracta, sino concreta y real en la que uno se confiesa. 


3) Iluminación (3ª ev).

Inspirándose en Platón, el neoplatonismo de Plotin y el Evangelio de san Juan, san Agustín entiende el conocimiento de la verdad como un proceso a la vez afectivo e intelectual, en el que convergen el amor y la razón, y en el curso del cual la mente experimenta una iluminación que le permite remontarse hasta la luz procedente de la razón eterna, entendiendo así la verdad. La iluminación sitúa el conocimiento humano en el umbral de la divinidad, aunque no le permite penetrar por completo en el misterio divino.

4) Amor (3ª ev).

En san Agustín, el amor desempeña un papel decisivo. Puede ser bueno (caridad) si se ordena al bien del prójimo y al bien en sí mismo (Dios); pero es amor desordenado y malo (delectación) si se mantiene apegado a las apetencias humanas. El amor al bien y a Dios mueve la voluntad, y por ese movimiento el alma es llevada a la felicidad o buenaventura, alcanzando la libertad. Ambos amores fundan, además, dos ciudades diferentes: la celestial, que se basa en el amor al prójimo y a Dios, y la terrenal, dirigida por un egoísmo demoníaco.


Tomás de Aquino. (1225 – 1274)

1) Razón y fe.

La razón es independiente de la fe en asuntos meramente racionales (como la lógica o las matemáticas). Pero hay verdades a las que la razón no puede acceder si Dios no nos las revelara (como que Dios es tres personas y un solo Dios). Y también hay verdades reveladas por Dios a las que también podemos acceder por medio de la razón, en las que razón y fe no pueden contradecirse (existencia de Dios, la ley natural, la inmortalidad del alma, la creación del mundo).


2) Imagen de Dios.


El ser humano es un compuesto de cuerpo y alma creado a imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto, tanto su dimensión material como su dimensión espiritual son buenas porque siendo las dos obra de Dios no puede haber ningún mal en ellas. Además, mientras que los demás seres, por ejemplo los animales, son criaturas de Dios, sólo el hombre ha sido creado a imagen de Dios, y por lo tanto tiene una dignidad y un destino especiales.

3) Esencia/existencia (3ª ev).

La esencia designa el conjunto de características que constituyen una cosa. Las esencias de los diversos seres (desde los ángeles a la materia) tienen la posibilidad de existir o no existir (los seres son contingentes), y gracias al acto creador de Dios pasan a existir de hecho. La existencia expresa, justamente, el ser efectiv, de hecho, de una esencia. Dios es el único ser en el que esencia y existencia se identifican (es necesario).

4) Contingente (3ª ev).

Según Aristóteles, lo contingente se opone a lo necesario. En Santo Tomás, contingente es aquello que "puede ser y no ser", a diferencia de lo necesario, que es aquello que "no puede no ser". Algo puede ser necesario de un modo relativo a otro ser que lo produce, o ser absolutamente necesario, requisito que únicamente cumple Dios, pues no depende de ningún otro ser, salvo de sí mismo, para existir.


Época Moderna.


Descartes (1596-1650).

1) Racionalismo.

Es el estudio de las cosas presentes en la conciencia, es decir de estas cosas pero solo en la medida en que son vistas por la mente (pensadas), con el fin de averiguar si es imposible dudar de alguno de esos pensamientos: por más que me esfuerce, ¿hay algún contenido en mi conciencia del que no puedo dudar aunque quiera? 

2) Sustancia pensante y sustancia extensa.

El hombre es el único ser que es a la vez espiritual (sustancia pensante) y material (sustancia extensa). Los animales son solos materiales y Dios solo es espiritual. Pero el ser humano aglutina esas dos dimensiones: cuerpo y alma.  En cuanto sustancia pensante (alma) no ocupa lugar en el espacio y no puede ser experimentada por ningún sentido, solo puede ser pensada mientras dura temporalmente.  En cuanto cuerpo, es una sustancia extensa, es decir ocupa un lugar en el espacio que solo puede ser percibido por medio de los sentidos. A pesar de esta dualidad de lo material corpóreo y lo inmaterial del pensamiento, ambas sustancias se influyen. Solo con su pensamiento, la mente inmaterial decide mover el brazo, que es material. Y al revés, un estado corporal como puede ser el hambre o el sueño, aunque sean materiales, influyen en el pensamiento que se puede volver incapaz de funcionar con claridad. Descartes piensa que ambas dimensiones, extensa e inextensa, se comunican en la base del cerebro en un órgano llamado "glándula pineal".

3) Certeza (3ª ev).

Es el criterio que me permite estar totalmente seguro de una idea que tengo en mi mente. Una idea es cierta cuando no puedo dudar de ella aunque quiera. En ese caso se dice también que esa idea es evidente, o que es una idea clara y distina.

4) Cogito (3ª ev)

En la latín significa "yo pienso". Es la primera certeza y el modelo de evidencia. Porque incluso para dudar de que pienso, hay que pensar. La certeza de que "soy una cosa que piensa" (o "pienso luego existo") es tan clara y distinta que cuanto más dudo de ella más se me impone. Por lo tanto es contradictorio dudar de que seamos una cosa que piensa ("res cogitans").

Locke (1632-1704).

1) Empirismo. (2ªev)

Consiste en aceptar solo aquellos contenidos (ideas, representaciones, contenidos mentales)  presentes en mi conciencia, en mi pensamiento, que procedan de la experiencia y que no añadan nada que no esté en la experiencia. 

Autores empiristas, además de Locke, son, antes que él, Guillermo de Occam y Francis Bacon. Y después de él, David Hume.

2) Ser humano y persona. (2ªev)

Locke se planteó si las personas son sólo seres biológicos. Para Locke, un ser humano es, sin más, un cuerpo animal en funcionamiento. Esta definición de Locke difiere de la de persona, según la cuál ésta, entendida individualmente, debe albergar un contenido consciente continuo sobre uno mismo, o lo que es lo mismo, debe poseer un sentido de sí mismo que contenga la memoria de lo vivido y experimentado en el pasado. Según esto, para Locke somos personas sólo si, por ejemplo, podemos recordar parte de lo que hicimos, pensamos o sentimos ayer, y si somos también capaces de proyectarnos hacia el futuro para entender las consecuencias o hechos derivados de nuestros actos venideros. Pero aunque podamos emplear la memoria para captar parte de lo vivido en el pasado, resulta muy difícil, sino imposible, tener conciencia de lo acontecido hace años o décadas. En este caso, Locke afirma sorprendentemente que nuestro ser pasado... ¡no ha existido! Mejor dicho, lo que existió en el pasado no fue nuestro ser como persona, sino el ser como simple ser humano.

3) Trabajo (3ª ev).

El derecho a la propiedad privada es el más importante de todos los derechos, incluso más que el derecho a la vida o a la libertad. Esto esa así porque lo que tenemos es fruto de nuestro trabajo y nuestro trabajo somos nosotros mismos (nuestro esfuerzo físico y mental, nuestras habilidades y conocimientos, nuestra vida) transformando algo que solamente gana en utilidad para los seres humanos por mi intervención. La propiedad privada, y más en concreto el dinero, es la conservación de se esfuerzo personal, que nadie puede arrebatarme sin mi consentimiento.

4) Nominalismo (3ª ev).

Siguiendo al filósofo medieval inglés, el fraile franciscano Guillermo de Occam (1280/1288-1349), considera que las ideas que tenemos en la conciencia son signos de las cosas y que, a su vez, las palabras son signos de las ideas. En general, los empiristas consideran que las palabras generales solo son nombres (nominalismo) que representan los rasgos comunes a individuos semejantes. Solo tienen existencia real los individuos o las entidades particulares. No hay esencias universales (frente a lo que pensaban Platón y Aristóteles).

Hume (1711-1776).

1) Escepticismo moderado. (2ªev)

Frente al escepticismo tradicional o pirronismo (que no acepta certeza alguna), defiende que hay conocimientos que funcionan en la vida cotidina y eso es innegable. No obstante, hay que aceptar el escepticismo que conduce a la tolerancia, puesto que, al no estar seguros de ningún conocimiento, debemos mantener la libertad de acción y de pensamiento en nuestros comportamientos y nuestras actitudes. Por otra parte, este escepticismo también debe servir al iniciar una investigación filosófica para, en la medida en que podamos, librarnos de prejuicios y alcanzar la imparcialidad.

2) Crítica a la idea de sustancia pensante.
 (2ªev)

La idea de yo todavía no había sido cuestionada por ningún filósofo. ¿Cómo podríamos dudar de la validez de la idea que tenemos de nosotros mismos? Sin embargo, Hume arremete contra esta idea. Tradicionalmente en filosofía se ha entendido el yo como el sujeto que tiene percepciones, pero que es diferente de ésas. Ahora bien, ¿cómo podemos conocer la existencia de ese yo? ¿De qué impresión se deriva? De ninguna. Aunque el alma sea el sujeto de las impresiones, no es ninguna impresión. Por otro lado, ¿de qué tipo de impresión sería copia? Las impresiones e ideas se suceden y cambian: ahora sentimos frío, después imaginamos la cena que nos tomaremos, inmediatamente recordamos el examen del día siguiente y la desazón nos invade la desazón. Bajo todas estas percepciones, se supone que el yo permanece estable e idéntico, como núcleo de nuestra personalidad. Hume lo cuestionará, el yo es una creencia fruto de nuestra imaginación que da continuidad y permanencia a aquello que no la tiene.

3) Tenedor de Hume: Dios, alma, mundo (3ª ev).
 

Es el nombre por el que se conoce a una de las distinciones que hace David Hume
sobre los razonamientos demostrativos y probables. El conocimiento se divide en dos tipos: 


- Razonamientos demostrativos o conocimientos sobre las ideas (ciencias formales): involucran conceptos abstractos como las matemáticas; se basan en las definiciones de las palabras en cuestión, y no en las cosas reales del mundo, ya que no hay tal cosa como un verdadero triángulo o la igualdad exacta de longitud en el mundo. Así, por esta razón, las relaciones de ideas no pueden ser usadas para comprobar cuestiones de hecho. 

- Razonamientos probables o conocimientos sobre el mundo (ciencias empíricas naturales y humanas): nunca pueden ser completamente certeros, debido a que siempre es lógicamente posible que cualquiera de las cosas que conocemos sobre el mundo sean falsas. Supongamos que uno dice: "Cada vez que alguien en la tierra suelta una roca, cae". Si bien, podemos aceptar que en todos los casos hasta el momento, cuando una roca fue soltada siempre se cayó, esto no nos da ninguna razón para pensar que en el futuro, las rocas caerán cuando estén en las mismas circunstancias. Las cosas de este tipo se basan en el futuro conforme a los mismos principios que regían en el pasado. Pero eso no es algo que podemos conocer sobre la base de la experiencia pasada, todo lo que la experiencia puede decirnos es que en el pasado, el futuro era similar al pasado.
Las relaciones de ideas pueden ser probadas con certeza, sin embargo, ellas no significan nada sobre el mundo; a partir del hecho de que no signifiquen nada sobre el mundo, las relaciones de ideas no pueden ser usadas para comprobar cuestiones de hecho. Es por esto, que las cuestiones de hecho no son certeras y no pueden ser usadas para probar nada. 

Esto constituye un aspecto importante del escepticismo de Hume, en cuanto equivale a decir que no podemos tener la certeza de que una cosa, como Dios, el alma, mundo, exista a menos que podamos señalar la impresión de la cual, esa idea, se deriva.

4) Problema de la inducción o inferencia (3ª ev).

No podemos conocer nada de la naturaleza con anterioridad a la experimentación, incluso un hombre racional sin experiencia «no podría haber inferido de la transparencia y la fluidez del agua que sofocaría su sed, o a partir de la luz y el calor del fuego que le consumiría». Así que todo lo que podemos decir, pensar o predecir de la naturaleza debe venir de la experiencia previa, lo que lleva a la necesidad de la inducción.

La inferencia o razonamiento inductivo presupone que se puede confiar en los actos pasados como regla a partir de la cual se puede predecir el futuro. Por ejemplo, si en el pasado ha llovido el 60% del tiempo cuando se dan unas condiciones atmosféricas determinadas, entonces en el futuro probablemente lloverá un 60% del tiempo si se dan las mismas condiciones. Pero aún queda el problema de cómo justificar tal inferencia, conocida como el principio de inducción. Hume sugirió dos posibles justificaciones, que sin embargo rechazó:

- La primera justificación descansa en la suposición, tomada como una necesidad lógica, de que el futuro debe parecerse al pasado. Pero Hume puntualiza que podemos concebir un mundo caótico y errante en el que el futuro no tiene nada que ver con el pasado; o un mundo como el nuestro hasta el presente, que llegado a un punto cambia totalmente. Así que nada hace que el principio de inducción sea una necesidad lógica.

- La segunda justificación, más modesta, apela a los éxitos anteriores de la inducción: en el pasado ha funcionado en la mayoría de las ocasiones, así que probablemente seguirá haciéndolo en el futuro. Pero, como Hume comenta, esta justificación hace uso del razonamiento circular en un intento de justificar la inducción mediante la reiteración, lo que nos devuelve al punto de partida.

A pesar de la crítica de Hume a la inducción, sostuvo que era superior a la deducción en el reino del pensamiento empírico.





Rousseau (1712-1778)

1) La Ilustración.(2ªev)

Rousseau pertenece a la Ilustración, movimiento intelectual que alcanzó su máxima difusión en el siglo XVIII y que culmina con la Revolución Francesa de 1789. En general, los ilustrados fueron partidarios de:

- El triunfo de la razón sobre los prejuicios, las supersticiones y el dogmatismo.

- Tal triunfo conducirá a un extraordinario desarrollo de las ciencias, del que la ciencia de Newton es el mejor ejemplo. Lo que permitirá un mayor conocimiento y dominio de la naturaleza para ponerla al servicio del hombre. Se hace real la aspiración de Francis Bacon de que la ciencia sirva para mejorar la vida de las personas.

- Pero no solo la ciencia. El uso de la razón nos ayudará a crear proyectos individuales y colectivos que hagan a las sociedades más justas y a los indivduos más felices.

2) Progreso.
(2ªev)

"Progreso" es la idea típicamente ilustrada según la cual la humanidad avanza continua e ilimitadamente guiada por la razón. La educación y la ciencia son los dos motores del progreso, pues permiten que los hombres se liberen de los prejuicios y las supersticiones y amen la libertad, gracias a la educación, y la mejora de sus condiciones de vida mediante la aplicación técnica de los avances científicos. La historia deja de ser concebida como el escenario de la salvación (tal como sucedía con el pensamiento cristiano medieval), para ser concebida como el escenario del desarrollo humano.

3) El Buen Salvaje.
(2ªev)


La concepción roussoniana del hombre en estado de naturaleza se contrapone a la de Hobbes para quien el hombre es malo por naturaleza. También se contrapone a la versión bíblica y cristiana del pecado original (que llega, igualmente, a concluir que el mal es consustancial a la naturaleza humana). Rousseau defiende, por el contrario, que el hombre es bueno por naturaleza. O, para ser más exactos, que no es ni bueno ni malo, ya que la moral es un producto social, no natural. Pero el hombre se vuelve malo, se llena de vicios, con la creación de las sociedad humanas, convirtiéndose, entonces, tal como decía Hobbes, en un lobo para el hombre.


 "Emilio" es una novela filosófica educativa, escrita en 1762. Rousseau, partiendo de su idea de que la naturaleza es buena y que el niño debe aprender por sí mismo en ella, quiere que el niño aprenda a hacer las cosas, que tenga motivos para hacerlas por sí mismo. «La educación debe tener su lugar dentro de la naturaleza para que el potencial del niño pueda desarrollarse según el ritmo de la naturaleza y no al tiempo de la sociedad»​.
 
4) "Discurso sobre las ciencias y las artes" (1750).(2ªev)
 
La figura de Rousseau es ambigua y paradójica: por una parte, es uno de los principales representantes de la Ilustración, pues comparte con otros destacados filósofos de la época, como Voltaire, Diderot o D'Alembert, los ideales de tolerancia y libertad, pero, por otra, también es uno de sus críticos más duros, puedes defiende la primacía del sentimiento sobre la razón y sostiene que la ciencia y la cultura no mejoran al hombre, sino que tienden a corromperlo y a hacerle infeliz.
 
Rousseau, en su obra "Discurso sobre las ciencias y las artes". Ell ser humano es bueno por naturaleza, pero se hace malo porque en sociedad degenera y se corrompe. El error de los ilustrados es creer que el progreso de la civilización y de la ciencia marcha paralelo al progreso de la felicidad y la moralidad del hombre; más bien, ha sucedido lo contrario: el progreso de las ciencias y las artes ha contribuido a corromper las costumbres y la naturaleza humana, ha uniformado a los hombres y deformado sus sentimientos naturales. En sociedad nadie se muestra tal como es. En las sociedades civilizadas, lo artificial ha sustituido a lo natural, y los rígidos convencionalismos ahogan la libertad. Son sociedades que distorsionan la naturaleza del hombre, encubriendo bajo una falsa máscara su verdadero ser.

Las ciencias y las artes terminan por domesticar al ser humano, usando los artificios y sutilezas de la razón, y mediante la educación eliminan cualquier resto de naturalidad en su comportamiento. 




Kant (1724-1804)

1) Mayoría de edad.(2ªev) 

"Sapere aude" (atrévete a saber), es el lema de la Ilustración para Kant. La ilustración es ese paso que se da para comenzar a pensar por sí mismo y así llegar a ser libre. La minoría de edad es estar del otro lado, donde no se ha dado aquél paso, donde no se puede valer por el propio entendimiento. En cambio, la mayoría de edad es precisamente ser capaz de dar ese paso y comenzar valerse por el propio entendimiento: tener criterio propio. Si se es capaz de dar ese paso tan determinante, se comenzará a ser una persona que se ocupe de sus responsabilidades y que sea independiente.

Es evidene que sobre muchas cosas no es necesario nuestro criterio sino nuestra aceptación. Por ejemplo, a las verdades matemáticas o científicas. Pero sobre todas las cuestiones para las que una vida no bastaría para esclarecerlas, los seres humanos nos diferenciamos por nuestro criterio y los argumentos que lo apoyan: la belleza, la justicia, la verdad, la felicidad, el bien, el deber, Dios, el alma...


2) ¿Qué es el hombre?(2ªev)
 

Tres preguntas se le plantean a todo ser humano: qué puedo saber (el problema de la gnoseología y de la epistemología), qué debo hacer (el problema de la ética), qué me cabe esperar (el problema de Dios, del alma y del mundo). Pero las tres se resumen en una sola: ¿qué es el hombre? (antropología).

3) Idealismo trascendental.(2ªev)

Es una síntesis entre el racionalismo de Descartes y el empirismo de Locke y de Hume. El idealismo trascendental establece que todo conocimiento exige la existencia de dos elementos: la experiencia.

- La experiencia nos habla de algo externo al sujeto (lo dado, o principio material), es decir, un objeto de conocimiento. Sin este objeto, sin estos contenidos de la experiencia, especularíamos, es decir, pensaríamos en el vacío.  Para que haya conocimiento de algo tiene que haber algo que conocer.

- La razón, lo propio del sujeto humano (lo puesto, o principio formal),  introduce las condiciones, que sin estar en la realidad, son imprescindibles para que el sujeto para comprenderla. Sin estas condiciones de la razón, nada sería pensado.  Es decir, ara que haya conocimiento tiene que haber alguien que conozca, el sujeto. Pero el sujeto no es un "conócelotodo", porque solo puede conocer aquellos objetos de la realidad que se dejen someter a las condiciones en las que el sujeto puede conocerlos. Más en concreto, los seres humanos moldeamos la realidad con nuestra temporalidad y con nuestra espacialidad para poder experimentarla. Nadie puede representarse nada que no dure o que no ocupe un lugar en el espacio.

4) Juicios sintéticos a priori.(2ªev)


Es el nombre que le da Kant a las proposiciones con las que se expresan las leyes científicas. 


- En filosofía, se denomina sintético a aquel juicio en el que el predicado no está incluido en la noción de sujeto, es decir, aquel juicio que tiene la capacidad de añadir algo al contenido semántico del sujeto. Estos juicios son informativos y extensivos, lo que quiere decir que posibilitan la ampliación de nuestro conocimiento sobre el mundo. Por ejemplo, el juicio "el triángulo es azul" es un juicio sintético porque del sujeto no se puede deducir de qué color es a no ser que nos lo proporcione la experiencia.

- A priori, son aquellas afirmaciones universales y necesarias, que se cumplen siempre y no pueden no cumplirse. Por ejemplo, el juicio "el triángulo es azul" no es a priori porque el predicado "azul" no se dice de todos los triángulos (no es universal) ni tampoco es necesario que un triángulo para serlo tenga que tener un color determinado.

En la medida en que los juicios de la ciencia son a la vez sintéticos y a priori, amplían nuestro conocimiento del mundo con afirmaciones universales y necesarias. Por ejemplo el juicio "todos los cuerpos se atraen de una manera directamente proporcional a sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias", es un juicio sintético porque nos dice de los cuerpos algo que no se puede deducir simplemente comprendiendo que es un cuerpo. Y es a priori porque todos los cuerpos (universalidad) necesariamente se atraen con esa fuerza y de esa manera. 







Época Contemporánea.

 

Marx (1818-1883).

1) Materialismo.(2ªev)

Por oposición al idealismo, que reconoce la creación del mundo por un dios o que el mundo es la materialización de una “idea absoluta” (de un plan anterior a la materia), para el materialismo marxista, la materia, por nadie creada, existe eternamente y  el mundo se desarrolla con arreglo a las leyes que rigen el movimiento de la materia sin necesidad de ningún “espíritu universal” (Dios o plan). El pensamiento es un producto de la materia al llegar a un alto grado de perfección en su desarrollo: es un producto del cerebro. Marx, como vemos, sigue la propuesta de La Mettrie al afirmar que incluso las dimensiones humanas que parecen  espirituales tienen en realidad una base material. Para el materialismo, la personalidad sería cerebro y química. Nada tendría que ver en ella lo meramente psicológico ('psiqué" es alma en griego).

2) Trabajo.(2ªev)


El trabajo es la dimensión esencial del ser humano. Mientras que los demás seres vivos esperan a que la naturaleza les dote con ventajas para adaptarse mejor al medio y sobrevivir, el hombre, en cambio, no espera a la naturaleza, sino que la transforma por medio del trabajo según sus propias necesidades. De ahí que nada haya en el ser humano que tenga más valor que su capacidad para transformar la naturaleza por medio de su capacidad para trabajar.


3) Materialismo histórico.
(2ªev)

El propio Karl Marx afirma en el prólogo de su obra "Contribución a la crítica de la economía política" (1859):


"...en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia."

Dicho de otro modo, para entender el fundamento de cualquier actividad humana (historia, sociedad, psicología, educación, arte, feliciad, moral...) hay que desenmascarar las condiciones sociales y económicas que la hacen posible. Podría decirse: "dime cuál es tu situación socioeconómica y te diré cuáles son tus ideas políticas". Uno tiene las ideas políticas que le sirven para justificar su situación socioeconómica.

4) Materialismo dialéctico. (3ª ev).

El cambio de una formación económico-social por otra es el tránsito, a modo de salto, revolucionario, de un estado cualitativo de la Sociedad a otro estado cualitativo, como resultado de la acumulación de los cambios cuantitativos. Así, la acumulación gradual de las fuerzas del proletariado (el aumento de su número, de su organización, de su conciencia de clase, de sus vínculos con todos los trabajadores y explotados) conduce, como resultado del triunfo de la revolución socialista, a la transformación del proletariado, de clase oprimida y explotada, como lo es bajo el capitalismo, en una clase dominante que dirige la evolución de la Sociedad hacia el comunismo.

Y cada nueva formación histórica representa una etapa más progresista, más alta en comparación con la formación social que la precede: el capitalismo es un régimen social superior al feudalismo; el socialismo constituye, en comparación con el capitalismo, una etapa inmensamente superior de la evolución social. El contenido interno de este proceso de evolución de una formación económico-social a otra es la lucha entre las clases que tiene lugar en todas las formaciones clasistas, lucha que expresa la contradicción interna existente en el propio modo de producción, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción.

Nietzsche (1844-1900).

1) Vitalismo.(2ªev) 

Es hacer de la vida lo Absoluto: la vida no tiene un fundamento exterior a ella, tiene valor en sí misma. De tal manera que lo que tiene valor lo tiene en la medida en que afirma la vida. Y lo que no lo tiene no lo tiene en la media en que se opone a ella.  No es la vida de los biólogos, médicos, nutricionistas, ni la vida profesional, ni existencial, ni la de los expertos en ocio y tiempo libre. Es la vida en la medida en que es anterior a cualquier interés científico, existencial, etc. La vida en la medida en que no nos pertenece, sino que le pertenecemos nosotros a ella y escapa a nuestros cálculos y a nuestra comprensión.

2) Superhombre.
(2ªev)

Aquel que hace de la vida lo Absoluto. Para lo cual se atreve a liberarla de todas las determinaciones que la disecan. El que celebra sin rencor todas las manifestaciones de la vida en la medida en que su poder dionisiaco, irracional, excesivo, desborda todas sus previsiones.


3) Método genealógico.(2ªev)

De cada palabra, de cada institución, de cada forma de pensar, de cada aspiración, este método busca en su árbol genealógico el momento en que la vida que late en esos productos humanos, y los desborda, fue encapsulada por conceptos, proyectos de vida y otras formas de pensar que eliminaron de ella todos sus elementos dionisiacos. 

Un ejemplo de este método puede ser el de uno de los seguidores más destacados de Nietzsche, el filósofo frances Foucault (1926-1984), quien en sus obras "Historia de la sexualidad" e "Historia de la locura", trabaja como un arqueólogo que busca en la genealogía de la sexualidad y de la locura el momento en que dejaron de ser actividades afirmativas de la vida, para convertirse en instrumentos usados por el poder político para controlar la vida de los individuos.

4) Crítica al positivismo.(3ª ev).

 El positivismo es un pensamiento científico del siglo XIX (desarrollado por Saint-Simon, Comte y John Stuart Mill), que afirma que el conocimiento auténtico es el conocimiento científico y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las hipótesis a través del método científico. 

Frente a esta corriente, Nietzsche precisa que si bien es cierto que el conocimiento científico es el más preciso que existe, sin embargo es también el más empobrecedor porque para poder alcanzarlo el investigador tiene que disecar la realidad reduciéndola a unas pocas variables reproducibles en un laboratorio y expresadas en una ley matemática. 

El arte, sin embargo, no es tan preciso como la ciencia, pero sí mucho más verdadero porque lejos de encorsetar a la vida en conceptos muertos, la expresa con su potencia creativa.



Ortega y Gasset (1889-1951).

1) Raciovitalismo.(2ªev)

Es el intento de conjugar la vida con la razón, pero una razón literaria. La vida se nos ha dado vacía, pero algo tenemos que hacer con ella. Ese quehacer es el del escritor que siguiendo una vocación escribe una historia. Es la propia vida en la medida en que me hago cargo de ella y me vuelco en su trama siguiendo el hilo conducto de mi proyecto de vida.


 2) "Yo soy yo y mi circunstancia."(2ªev)

El yo no es un yo abstracto, sino un yo inscrito ya de antemano en unas circustancias que le determinan con las cuales y desde las cuales desarrolla su biografía, la vida que quiere vivir. La circunstancia es lo que tiene sentido para el sujeto de aquello que le rodea, y se manifiesta, a la vez, como limitación y como vía de acceso al mundo: la época, el país, la familia, el lugar, el cuerpo, la mente, y todo aquello que el yo se encuentra como dado constituyen la circunstancia.


3) Proyecto de vida. (3ª ev).

Para Ortega, el yo no es algo fijo, sino que se va haciendo en sus circunstancias. Este "hacerse" no es arbitrario, sino conforme a un proyecto limitado por las circunstancias en las que se mueve cada persona. Cuando lo que hacemos realiza nuestro proyecto, llevamos una vida auténtica; cuando hacemos cualquier otra cosa, se falsifica nuestra vida.

4) Temporalidad. (3ª ev).

Realizar el proyecto que somos exige un compromiso con el futuro. Al proyectar nuestro futuro, necesitamos contar con ciertos medios; esos medios son proporcionados por el pasado que aparece como un arsenal de posibilidades. Los medios que proporciona el pasado permiten a su vez, realizar el futuro "proyectado" desde el presente.

Habermas (1929- ).

1) Racionalidad dialógica.(2ªev)

Optar a favor de la democracia no significa elegir irracionalmente un modo de vida basado en la opinión acrítica de la mayoría, sino efectuar elecciones voluntarias y libres, coherente con un consenso que determine qué leyes son correctas para los hombres.
 
2) Situación ideal de habla.(2ªev)
Dado que la comunicación humana está sistemáticamente deformada por relaciones de dominio, es necesario reconstruir las condiciones que propicien un entendimiento libre y racional entre los hombres. Estas nuevas condiciones de comunicación constituirán la situación ideal de habla, situación en la que imperan la comprensión o entendimiento, la sinceridad, el afán de verdad y la rectitud. Todo ser humano por naturaleza es capaz de estas condiciones.

3) Intereses del conocimiento. (3ª ev)

El conocimiento responde a un interés concreto. Los intereses de la especie humana son constatables en su desarrollo filogenético e histórico. Habermas identifica los siguientes:

- Interés técnico: aspira al control de la naturaleza. Por ejemplo, las ciencias de la naturaleza.

- Interés práctico: aspira a la comprensión de los hombres con vistas a establecer la comunicación y el entendimiento entre ellos. Por ejemplo las ciencias sociales (humanas o del espíritu): historia, antropología, sociología, etc.

- Interés emancipatorio: aspira a liberar al hombre de los condicionamientos sociohistóricos que impiden el desarrollo de su racionalidad. Por ejemplo, las disciplinas tendentes al desenmascaramiento de las ideologías: el psicoanálisis freudiano y la propia filosofía, entendida como teoría crítica.

Estos intereses tienen, de acuerdo con el ideal ilustrado, una articulación precisa: los intereses práctico y técnico, esto es, la organización social de la transformación de la naturaleza y de la convivencia, han de estar al servicio del ideal emancipatorio, es decir, de la promoción de la libertad y la racionalidad del ser humano.

4) Monopolio de la razón instrumental.

En las sociedades industriales desarrolladas, el interés emancipatorio está marginado de la vida social. Este está regido por la racionalidad teleológia, aquella que calcula los medios idóneos para alcanzar los fines propuestos. Esta racionalidad se expresa en dos tipos de acciones:

- Las que instrumentalizan a la naturaleza.

- Las que instrumentalizan a las personas.

Este monopolio de la racionalidad instrumental se constata socialmente en el hecho de que las decisiones económicas y políticas son tomadas al margen de los ciudadanos:

- Los poderes económicos deciden lo que van a consumir/producir las personas.

- Los políticos profesionales diseñan estrategias que hay que seguir.

- Y los modenos ejércitos de terapeutas colonizan la esfera privada: psicólogos, orientadores, asesores y consejeros de todas las especialidades.






No hay comentarios:

Publicar un comentario