lunes, 5 de diciembre de 2016

5. La teoría del conocimiento.


SOMOS PROFUNDAMENTE ACRÍTICOS...

“La credulidad de nuestro tiempo es voluntaria. No es fruto de una ignorancia ingenua, de una bobería virginal sino todo lo contrario. Nos creemos lo que más nos conviene para sostener la idea que queremos tener del mundo según nuestros intereses más inmediatos. A esto, los medios de comunicación lo han llamado posverdad, que simplemente quiere decir que nos importa un bledo que lo que nos dicen sea verdad mientras nos vaya bien. Ésta es la credulidad de nuestro tiempo y ésta es la base de nuestra relación tan acrítica con lo que pasa. Nos quejamos mucho, expresamos emociones muy intensas en las redes sociales, pero somos profundamente acríticos. La crítica no es emitir juicios de aprecio o de rechazo, un ‘me gusta’ o un ‘no me gusta’, o un piropo o un insulto. La crítica es la tarea de buscar criterios con los que discriminar lo interesante y no lo interesante de lo que ocurre, lo importante y lo descartable, lo bueno y lo malo, y poder actuar en consecuencia. Es una tarea práctica que nos obliga a interrogar y a adentrarnos en lo que no sabemos.”MARINA GARCÉS

Karl Jaspers: «El filosofar propio trepa, digámoslo así, por las figuras históricas. Entendiendo los textos de ellas llegamos a ser nosotros mismos filósofos. Pero este hacernos dueños de ellas no es, al seguirlas con confianza, pura obediencia. Sino que al caminar de su mano las ponemos a prueba en nuestro propio ser. "Obediencia" quiere decir aquí confiarse a la dirección, empezar por tener por verdadero; no debemos empezar no por tener verdadero; no debemos empezar ni avanzar haciendo reflexiones críticas en todo momento, ni paralizando con ellas la verdadera marcha propia sometida a la dirección. Obediencia quiere decir además el respeto que no se permite una crítica barata, sino sólo una que partiendo del trabajo propio y total, se acerca paso a paso al asunto y como resultado se alza hasta su nivel. La obediencia encuentra sus límites en no reconocer como verdadero sino lo que logró convertirse en convicción propia en el pensar por sí. Ningún filósofo, ni siquiera el mayor, está en posesión de la verdad» («La filosofía desde el punto de vista de la existencia»; México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2013 [1949], páginas 149-150).

Juan José Sebreli: “La relatividad de la verdad solo se refiere a la limitación histórica, al grado de evolución al que ha llegado el conocimiento en un momento dado, pero es posible alcanzar verdades universales porque la capacidad de la razón humana no ha agotado sus límites. Historicidad no es lo mismo que historicismo ni pluralidad igual a relativismo. Se conoce lo suficiente para dudar tanto del dogmatismo teísta como del ateo, pero todavía no se sabe bastante para salir de la duda. El agnosticismo es provisorio, aproximativo, un recurso en tanto se sigue en la búsqueda de una verdad que supere al propio agnosticismo” («Dios en el laberinto. Crítica de las religiones»; Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Sudamericana, 2016, página 681).


¿Qué es la epistemología?

La disciplina filosófica que se ocupa del conocimiento:

- Facultades: la razón y los sentidos.
- Posiciones epistemológicas sobre las facultades de conocimiento: racionalismo, empirismo, criticismo.
- Métodos: cartesiano, trascendental, dialéctico y fenomenológico.
- Grados de conocimiento: ignorancia, duda, opinión, creencia y saber.
- Tipos de conocimiento: según las facultades (sensible y racional) y según su objetivo (teórico y práctico).
- Tipos de verdad: correspondencia, coherencia, éxito.
- Criterios para identificar la verdad: autoridad, consenso, utilidad, evidencia empírica, evidencia racional, coherencia
- Los límites del conocimiento: realismo e idealismo; relativismo y perspectivismo; dogmatismo y escepticismo.

Las facultades del conocimiento:

- Qué son: son las capacidades que el ser humano utiliza para producir conocimiento.
- Cuáles son: la razón y los sentidos.
- A qué tipo de conocimiento da lugar cada una de ellas: los sentidos dan lugar al conocimiento sensible y la razón al conocimiento racional.

El conocimiento sensible:

- Para qué sirve: para mantenernos al tanto de lo que ocurre a nuestro alrededor.
- De qué se compone: de sensaciones y percepciones.
- Qué se le critica (sobre todo desde el racionalismo): la facilidad con la que los sentidos son engañados o la posibilidad de que interpretemos erróneamente las sensaciones al construir las percepciones.
- A qué se debe esa crítica: las sensaciones, por sí solas, no aportan información hasta que no son interpretadas por nuestros esquemas cognitivos. A esa interpretación la llamamos percepción. No nos equivocamos al sentir, sino al interpretar lo que sentimos (percepción).

El conocimiento racional:

- Su relación con la esencia humana: sólo los seres humanos producimos conocimiento racional. Por ejemplo, Aristóteles define la esencia del ser humano como "animal racional". Donde "animal" es el género (lo que compartimos con los demás animales: el conocimiento sensible) y "racional" es la especie, lo que nos hace especiales o distintos de los demás animales: la razón.
- Cómo se produce: mediante un proceso de abstracción (el paso de la inducción -acumulación de experiencias- a la generalización)
- De qué se compone: de conceptos, juicios y razonamientos.
- Qué se le critica (sobre todo desde el empirismo): el conocimiento racional solo es legítimo cuando trabaja con los datos proporcionados por los sentidos y no va más allá de ellos. Cuando no respeta estas limitaciones, el conocimiento racional es "especulación", delirio, superstición... La razón a duras penas se resiste a no superar estos límites.

Posiciones filosóficas (epistemológicas) sobre las facultades cognoscitivas:

- Cítalas: racionalismo, empirismo y criticismo.
- Describe en qué consiste cada una de ellas. Para el racionalismo el único conocimiento verdadero es el conocimiento racional, que procede de la razón, que es lo mejor que hay en nosotros (nuestra esencia). Para el empirismo el conocimiento debe partir de los sentidos y no ir más allá de ellos. Hay que limitar la tendencia de la razón a salirse de los límites de la experiencia y comenzar a especular.. Y el criticismo, síntesis de racionalismo y empirismo, considera que el único conocimiento válido es el que parte de la experiencia, pero también reconoce el papel que tiene la razón para hacer que la información que aportan los sentidos sea un conocimiento humano. O dicho de otro modo: la razón pone las facultades que nos permiten comprender lo que experimentamos.

Lee el texto de Bertrand Russell de la página 81: ¿a que pregunta o preguntas responde de esta lista? Justifica tu respuesta.

La crítica al conocimiento sensible. Cuando interpretamos las sensaciones (percepción), ésta puede ser confusa, imprecisa, errónea, subjetiva.

Lee el texto de David Hume de la página 83: ¿a que pregunta o preguntas responde de esta lista? Justifica tu respuesta.

La crítica que el empirismo hace al racionalismo, en concreto al modo en que se produce el conocimiento racional, a saber: la abstracción. Y la tendencia a no superar los límites de nuestras capacidades cognoscitivas, que, según el empirismo, deben partir de la experiencia y no superarla. 

Los componentes del conocimiento sensitivo (página 81) y del conocimiento racional (pàgina 82): cítalos y pon un ejemplo de cada uno de esos componentes.

a) Componentes del conocimiento sensitivo.

- Sensaciones: el estímulo físico (onda sonora) que al llegar al oído y se transforma en  un impulso nervioso biológico.

- Percepciones: el cerebro interpreta psicológicamente ese impulso como el ruido que hace una hoja de otoño caída en el suelo cuando la pisamos.

b) Componentes del conocimiento racional.

- Conceptos: la palabra que le ponemos a la percepción del ruido. En este caso "crujido".

- Juicios, frases, enunciados, proposiciones, oraciones: el crujido de las hojas es agradable.

- Razonamientos: de varios juicios deducimos otro (si... entonces). Si las hojas crujen al pisarlas es que estamos en otoño.

Posiciones filosóficas (epistemológicas) sobre las facultades cognoscitivas (página 83): el criticismo (qué toma y qué deja del empirismo y del racionalismo, respectivamente):

- Qué toma y qué deja del empirismo: toma que todo conocimiento comienza por la experiencia; pero no acepta que no puede ir más allá de ella, puesto que la razón pone estructuras que no están en la experiencia (como nuestra capacidad de construir conceptos, juicios y razonamientos).

- Qué toma y qué deja del racionalismo: no acepta el conocimiento que se construye al margen de la experiencia; pero sí acepta que el sujeto pone unas estructuras que no proceden la experiencia y que permiten elaborar conceptos, juicios y razonamientos.

10ª Define con brevedad y precisión el significado filosófico de los siguientes conceptos (antes de definir cada uno, comienza por indicar un sinónimo de cada concepto). Están ordenados de mayor a menor compromiso con la verdad o grados de conocimiento (página 84):

- Saber: conocimiento objetivo, certeza. Conocimiento basado en una demostración pública.
- Creencia: confianza objetiva. Conocimiento basado en la confianza en algo externo al sujeto (en un objeto).
- Opinión: confianza subjetiva. Conocimiento basado en la confianza en algo interno del sujeto (razonamiento, sentimiento, etc).
- Duda: incertidumbre, desconcierto. Desconocimiento basado en el intento por alcanzar una certeza. Desconocimiento con conocimiento de causa.
- Ignorancia: desconocimiento. Desconocimiento culpable por miedo o pereza.

11ª Relaciona los métodos de conocimiento con los grados de conocimiento (página 86).

Un método (en griego "methodo" significa camino) de conocimiento es el procedimiento que me permite pasar de la ignorancia al saber. El "camino" que me permite pasar del menor grado de conocimiento al máximo grado de conocimiento.

Ahora bien, hay distintos caminos, distintos métodos de conocimiento, por los que hacer ese tránsito de la ignorancia al saber.

12ª Ámbitos en que puede dividirse nuestro conocimiento. Dos criterios (página 85):

- Según las facultades cognoscitivas que empleemos: conocimiento sensible (facultad: los sentidos) y conocimiento racional (facultad: la razón).

- Según la aplicación de ese conocimiento, su finalidad, su objetivo, su utilidad: conocimiento teórico y conocimiento práctico.

13ª El conocimiento teórico (o razón teórica):

- Objetivo: el saber, el conocimiento objetivo, la verdad (en griego "aletheia" que significa desvelar lo que está oculto).
- Utilidad: no es práctica, sino "contemplativa"
- Definición de Kant (texto de la página 85): "aquel en virtud del cual conozco lo que es".

14ª El conocimiento práctico (o razón práctica):

- Objetivos: en el terreno de la moral, la bondad (cómo actuar bien). Y en el de la tecnología el beneficio (cómo satisfacer una necesidad).
- Utilidad: en la moral, saber tomar decisiones adecuadas. Y en la tecnología, resolver los problemas de adaptación al medio que se planteen.
- Definición de Kant: "aquel en virtud del cual me represento lo que debe ser".

15ª Cita los métodos de conocimiento más importantes junto con sus autores más representativos (páginas 86-89).

- Método cartesiano: Descartes. (El ejemplo del motor).
- Método trascendental: Kant. (El ejemplo de la digestión).
- Método dialéctico: Platón (el diálogo sobre la belleza) y Hegel.
- Método fenomenológico: Husserl.

16ª Lee el texto de René Descartes tomado de su obra "Discurso del método" (página 86). Indica los pasos de su método (de su camino) sin repetir frases del texto.

Descartes propone los siguientes pasos para recorrer el camino que separa a la ignorancia del saber:

1. Que no te dé igual desconocer algo (la ignorancia), demuestra que se quiere salir de dudas. Tengo un motor que no funciona, no me da igual que no funcione, pero no sé como arreglarlo.

2. Para salir de dudas, lo primero es dividir, aquello de lo que dudo, en las partes más sencillas que pueda (divide y vencerás). A veces no podemos salir de dudas porque queremos resolver problemas demasiado complejos. Mejor "por partes".

3. Divide por partes, pero sin olvidar cómo volver a reconstruir el todo. Descartes, dentro del mecanicismo, ve su método como la reparación de un motor. Se desarma, se comprueba lo que no funciona y se vuelve a ensamblar.

4. Para estar seguro de que he desarmado por completo el motor y no me he dejado ninguna pieza sin colocar al reconstruirlo, tengo que realizar recuentos frecuentes tanto del desmontaje como del  montaje.

17ª Indica cuál es la característica más importante del método de conocimiento de Kant: el método trascendental (o criticismo). Hazlo indicando cómo su método sintetiza el racionalismo y el empirismo.

Kant, siguiendo al empirismo, considera que todo conocimiento comienza por la experiencia. Sin embargo, siguiendo al racionalismo, el conocimiento no se puede construir sin las aportaciones de la razón (elabora conceptos, juicios y razonamientos). Ni la experiencia ni la razón tienen la última palabra. Ambas colaboran para construir el objeto de conocimiento. La experiencia por sí sola es ciega (sensaciones que no representan nada para nosotros: lo que comemos no alimenta antes de ser digerido). Y la razón por sí sola está vacía (estructuras para conocer sin nada que conocer: el sistema digestivo no nos alimenta si no comemos). En cambio, cuando sensaciones y estructuras se sintetizan, entonces se construye el objeto de conocimiento que sí significa algo para nosotros (los alimentos digeridos por el sistema digestivo: los nutrientes).

18ª Indica cómo opera el método dialéctico de Platón en su diálogo "El banquete".

¿Cómo pasamos de ignorar qué es la belleza a saber qué es la belleza? En ese banquete de amigos, se procedería así:

a) Estudia la belleza de los seres materiales.

- Los cuerpos bellos de los presentes, en particular.
- Las características que tiene un cuerpo bello, en general.

b) Estudia la belleza de los seres espirituales.

- El alma bella.
- El juicio sobre el alma bella.

c) No habla de la belleza de los cuerpos o de las almas, sino de aquella idea a la luz de la cual podemos juzgar la belleza de cualquier cosa.

- La belleza en sí gracias a la cual podemos juzgar en qué grado un alma o un cuerpo es bello.

19ª Describe las tres fases del método dialéctico de Hegel (página 88).

Primera fase o tesis: afirmación de una idea.

Segunda fase o antítesis: propuesta de una segunda idea que contradice la anterior.

Tercera fase o síntesis: superación del conflicto mediante la propuesta de una tercera idea que incluye las dos ideas anteriores.

En el ejemplo del señor extremeño que se encuentra con la cartera del primo del profesor de filosofía, con 400 euros, ¿cómo saber cuál es la buena manera de actuar?

- Tesis: qué suerte sería encontrarse con una persona así si perdiera mi cartera.

- Antítesis: sin embargo, si fuera yo quien me encontrara la cartera, me plantearía muy seriamente quedarme con el dinero.

- Síntesis: buscar la buena acción sin que el miedo tenga la última palabra. El miedo del señor extremeño a que le remuerda la conciencia; el miedo de quien se quedaría el dinero para no reprocharse a sí mismo haber dejado pasar una ocasión de suerte.

20ª El método fenomenológico de Husserl: experiencia empírica y experiencia fenomenológica.

A propósito de este método, afirma lo siguiente Albert Camus en su obra "El mito de Sísifo":

"El pétalo de rosa, el mojón kilométrico o la mano humana tienen tanta importancia como el amor, el deseo o las leyes de la gravitación. Pensar ya no es unificar, familiarizarnos con la apariencia bajo el rostro de un gran principio. Pensar es aprender de nuevo a ver, a estar atento, es orientar la conciencia, es hacer de cada idea ycada imagen, a la manera de Proust, un lugar privilegiado. Paradójicamente todo es privilegiado. Lo que justifica el pensamiento es su extremada conciencia. Para ser más positivo que los de Kierkegaard o Chestov, el sistema husserliano

El método fenomenológico de Husserl es una alternativa al método cartesiano. Éste busca la verdad cómo si se tratara de reparar la avería de un motor. Otra metáfora del método cartesiano es la autopsia en la que se van separando los órganos del sistema para comprender cuál ha sido el fallo.

En cambio, en el método de Husserl la verdad que se busca se encuentra en la vivencia que eso que se quiere conocer puede producir en cualquiera que se acerque a ello fenomenológicamente.

Husserl aprende esta forma de estudiar de Hegel, quien, como hemos visto (en el ejemplo de la cartera perdida), considera que la verdad de las cosas se encuentra en el conflicto (¿hago como el señor de Extremadura o me quedo el dinero?). Esto es así porque la vida nunca se nos presenta de manera unívoca, sin contradicciones. Sino que todo lo que queremos conocer (en el ejemplo queremos saber cómo actuar bien) está integrado en una contradicción que hemos de aceptar si queremos conocer de verdad las cosas.

Pues bien, el método fenomenológico de Husserl apura hasta el fondo la vivencia que cada cosa encierra en sí misma. Y propone un camino para acceder a ella. Frente al acercamiento mecánico de Descartes, Husserl no quiere perderse la vida contenida en la cosa al conocerla.

Por ejemplo, nos cuenta Jorge de los Santos: http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-mundo-vivimos/3840343/

"Entro en una taberna, digamos de cierto sabor añejo. Tengo inmediatamente una multitud de "experiencia empírica" (forense tipo "CSI"): la barra es de madera; la madera parece ya minada por el tiempo, tiene socavones, grietas y un color desvaído. El espacio es angosto; hay algunas mesas y unas sillas; algún rincón especialmente iluminado que todos los clientes se disputan. El camarero suele actuar con un alto grado de minucia y es más parsimonioso que en otros lugares de esparcimiento. La bebida más habitual es el vino, aunque la cerveza prima en las dos rondas iniciáticas... En fin, mil cosas de este tipo. ¿Es este tipo de experiencia la que nos permite decir "taberna" en vez de "pub" o "discoteca"? Demasiada ingenuidad pensar así. La suma de todas y cada una de las experiencias empíricas es importante para hacer surgir el significado de la palabra "taberna". Y es que ese significado es "cualitativo". Una "taberna" es un "mundo" dentro del mundo en que vivimos. Lo experimentamos, no como la suma de tales y tales caracteres empíricos, por mucho que estos contribuyan a una condición inexcusable de posibilidad. Experimentar el "mundo de la taberna", el "mundo de la noche", el "mundo del Facebook", el "mundo de la familia" o, en fin, el "mundo de hoy, el mundo en que somos", implica otro tipo de "experiencia". Es una experiencia comprensiva. Lo que se comprende en ella es un "sentido". Vivimos en comprensiones de sentido. Esta otra experiencia  se llama "fenomenológica" o "hermenéutica" en el lenguaje de la filosofía, pero todo el mundo la conoce sin necesidad de estudiar filosofía. Y esa "experiencia" no es idéntica a cosas como meras proyecciones subjetivas. Una experiencia, si lo es de veras, es objetiva. Así que la "experiencia del mundo tal" es objetiva. ¿Cómo se hace objetiva? Hay una condición fundamental. Se la ha llamado "apriori de correlación" (fenomenología) o "círculo hermenéutico" (hermenéutica). La condición consiste en que el "sentimiento interior" o "aquello que es así para mí" sea como "arrancado" por lo comprendido, por el objeto mismo. Yo proyecto mi mirada sobre el mundo de la taberna (lo construyo), pero si no estoy encerrado en mi propio ego solipsista, es decir, idiotizado, resulta que esa proyección es, al mismo tiempo, al unísono y en un mismo acto, arrancado por el espacio de la taberna. Del mismo modo, me dejo estar escuchando a Mahler y el "mundo de Mahler" me arranca una interpretación emocional. La proyección es, en la experiencia de "mundo", siempre proyección ya atraída, demandada, solicitada, por el mundo mismo. Otra condición fundamental de la experiencia de mundo es, pues, la escucha. No puede uno aprehender la solicitud del "mundo tal" sin abandonar su impulso activo y sin dejarse, como entre sueños, raptar por ese mundo tal. ¿Escuchar al mundo? ¿Qué puede significar eso?"

La acumulación de experiencia empírica no da lugar a la vivencia de la experiencia fenomenológica. Aquella es cuantitativa. Ésta es cualitativa. El "Mercado de San Miguel" ha sido rehabilitado. Ahora, donde antes había puestos de abastos se encuentran instalados todo tipo de restaurantes. Sin duda tenemos la experiencia empírica de un mercado de abastos porque la estructura sigue siendo la misma. También tenemos los objetos propios de una ruta gastronómica. Sin embargo, la experiencia fenomenológica, la vivencia de quien acude a este lugar, no es la del mercado de abastos ni la de la ruta gastronómica. A pesar de que la acumulación de objetos ofrece ese decorado empírico, hay una disonancia entre lo que se ve y lo que se siente.

Otro tanto podría decirse de la cadena de restaurantes "Cien Montaditos". Acumula objetos propios de una taberna madrileña tradicional. Pero la experiencia empírica de esos objetos no produce una vivencia de una taberna madrileña típica. Es otra cosa. La experiencia fenomenológica de una taberna madrileña no es simplemente la presencia de los objetos propios de una taberna madrileña. Cuando esos objetos se encuentran ahí, exigidos por el protocolo de una franquicia, o incluso en el interior de un centro comercial, no son capaces de ofrecer la vivencia que parecen prometer.

Otro ejemplo más: las "cremas Knorr" acumulan todos los objetos propios de una crema de verduras. Saben a crema de verduras, pero la experiencia empírica de esa crema carece de la vivencia propia de una crema de verduras casera. Saben a franquicia, a centro comercial, a parque temático. Carecen de la calidez que pertenece a la misma combinación de objetos empíricos (los de la crema) cuando quien prepara esa crema es alguien de casa. No hay sorpresa con las cremas de verduras Knorr. No sorprenden a nadie: siempre saben "bien". No es necesario degustarlas. No hay riesgo, no va "a pasar nada", no hay acontecimiento.

¿No podría decirse otro tanto del mobiliario de nuestras casas? Trocitos del centro comercial que nos prometen que nuestro hogar será una república independiente si le incorporamos sus objetos. En realidad nuestro hogar se llena de objetos empíricos pero pierde la vivencia de que sea "mi casa", para pasar a ser un lugar reconocible por cualquier extraño que ya se ha tumbado en un sofá o en una cama como la mía en el centro comercial. El hogar de los otros es reconocible para cualquiera. Entramos en la casa de un extraño con la misma familiaridad con la que nos sentimos seguros en el centro comercial de un país extranjero buscando el restaurante de comida rápida en el que sabemos que nada nos puede pasar.

José Luis Pardo: Fragmentos de una enciclopedia.

"Estas preguntas que el filósofo pone sobre la mesa no apuntan ya a la obtención de seguridades o confianzas. Apuntan única y exclusivamente al modo de ser propio y genuino de las cosas, a la manera que tienen las cosas -aquellas que se merecen de verdad el nombre de "cosas"- de ser, independientemente de nuestras expectativas, deseos, esperanzas o conveniencias, independientemente de todo eso que ahora llamamos "demanda social". Podemos a menudo destruir esa manera de ser destruyendo las cosas mismas en cuestión, pero lo que no podemos hacer es que, mientras las cosas son lo que son, no lo sean de esa manera peculiar y propia. Fíjense que, desde la Antigüedad hasta nuestros días, venimos llamando conocimiento teórico al conocimiento de la manera de ser de esas cosas que son de una forma genuina y propia, autónoma con respecto a nuestras previsiones o necesidades, y que consideramos el más alto grado conocimiento que nos es dado alcanzar,lo que llamamos conocimiento superior. En cuanto a esa manera de ser irreductible y ajena a nosotros, en la antigua Grecia se llamaba Phusis. Como esta palabra la traducimos habitualmente por "naturaleza", al oírla pensamos en lo que principalmente nosotros entendemos hoy por naturaleza, es decir, los montes, los ríos o las nubes. Y no es que los antiguos griegos no llamasen naturaleza también a eso. Pero a los pensadores griegos más antiguos de la tradición filosófica la tradición les atribuye, con más o menos razón, el haber escrito cada uno de ellos un tratado titulado Peri Phuseos, acerca de la naturaleza. Cuando, ya en el siglo I, Tito Lucrecio Caro tiene que traducir al latín este título para escribir bajo él su propio tratado, no duda en llamarlo De rerum natura. Y "de rerun natura" no significa "sobrelas cosas de la naturaleza" (los bosques, los ríos o los montes"), sino "sobre la naturaleza de las cosas", porque eso es lo verdaderamente relevante, que las cosas -aquellas que son susceptibles de un conocimiento teórico- tienen una naturaleza, una manera de ser propia e irreductible, ajena a nuestros deseos y expectativas."

1ª Según el texto, ¿el conocimiento de las cosas es subjetivo? Cita una frase que responda a la pregunta y coméntala.

2ª ¿A qué se refiere el autor al afirmar que podemos destruir a menudo la manera de ser de las cosas?

3ª Busca un sinónimo en el texto de experiencia empírica y otro de experiencia fenomenológica.

21ª Distingue el método trascendental de Kant (o criticismo) del método fenomenológico de Husserl.

Kant, preocupado por superar el enfrentamiento entre racionalismo y empirismo, afirma que el fenómeno (lo que conocemos) no viene dado sin más por la experiencia (porque ésta nos proporciona impresiones que no entendemos); tampoco el sujeto puede conocerlo sin la experiencia (porque la razón está vacía sin la experiencia). Ambas, razón y experiencia, trabajan juntas para construir el objeto de conocimiento (recordemos el ejemplo de la digestión, donde la experiencia es lo que comemos, la razón es el sistema digestivo, y el fenómeno u objeto de conocimiento son los nutrientes que nos alimentan).

Husserl, en cambio, considera que lo verdaderamente importante de ese objeto de conocimiento o fenómeno, no es saber cómo se sintetizan la experiencia y la razón, sino que lo importante es conocer las vivencias necesarias para experimentar el valor de ese objeto.

22. La verdad: sinónimos y antónimos en el ámbito de la realidad y del conocimiento, respectivamente (página 90).

- En el ámbito de la realidad: autenticidad (las cosas son lo que parecen) vs apariencia (las cosas no son lo que parecen). ¿Nos podemos fiar de las apariencias? El método fenomenológico de Husserl llama experiencia empírica a la que se tiene de una realidad inauténtica (alguien que va vestido de ciclista pero no es ciclista); y llama experiencia fenomenológica a la que se tiene de una realidad auténtica (alguien que va vestido de ciclista y es ciclista).

- En el ámbito del conocimiento: falsedad (un predicado que no se corresponde con el sujeto) vs verdad (un predicado que se corresponde con el sujeto).

23. Criterios para identificar la verdad en el ámbito del conocimiento: cítalos y defínelos brevemente (página 90).

¿Cómo sabemos que un enunciado es verdadero? Criterios posibles:

- Argumento de autoridad: coincide con lo que han afirmado personas o instituciones infalibles (o que saben más que la mayoría).

- Consenso: aquello que un sujeto racional bien informado aceptaría com tal.

- Utilidad: si al poner en práctica lo que se afirma es beneficioso o útil.

- Evidencia empírica: si resulta corroborado por los datos obtenidos a partir de la experiencia sensible acumulada.

- Evidencia racional: si a nuestra razón le resulta imposible dudar de él.

- Coherencia: si no entra en contradicción con el resto de enunciados ya aceptados por el sistema.

24. Teorías o concepciones sobre la verdad: cítalas y descríbelas brevemente (página 91).

¿Qué es la verdad? Teorías que la definen:

- Correspondencia: la adecuación entre lo que se dice y lo que pasa en la realidad.

- Coherencia: lo que no entra en contradicción con el resto de enunciados previamente aceptados como tales en un sistema.

- Éxito: lo que nos permite actuar con éxito.

25. El problema del objeto de conocimiento: ¿qué conocemos cuando conocemos? (Página 92).

¿Qué es lo que conocemos cuando conocemos? El objeto real nos estimula con su influjo físico-químico; que estimula a nuestros receptores sensoriales, que lo traducen en un impulso nervioso de naturaleza biológica; al llegar al cerebro hacemos una interpretación psicológica, o percepción. Con la que nuestra razón construye conceptos, juicios y razonamientos. Pues bien, ¿qué queda de la realidad en ese razonamiento después de todo ese recorrido físico, químico, biológico, psicológico, conceptual?

- Realismo: cuando conocemos algo, conocemos la realidad. Ese proceso de filtros no solo no distorsiona el objeto real o punto de partida, sino que nos permite hacernos cargo de él. El sujeto conoce directamente la realidad sin que la conciencia imponga ningún tipo de orden a los objetos que conoce. El sujeto, al conocer, se deja traspasar por la realidad sin modificarla y, de ese modo, capta su esencia.

- Idealismo: cuando conocemos algo, conocemos nuestras ideas. Ese proceso de apropiación del objeto real lo modifica tanto y tantas veces, que cuando razonamos sobre él en realidad estamos conociendo una representación humana que nos hemos hecho de él. Creemos conocer las cosas mismas, pero en realidad conocemos una representación que nos hemos hecho de esa cosa. No conocemos directamente la realidad, sino solo una representación mental de ella.

26. El conocimiento humano, ¿tiene límites? (Página 93).

¿Hasta dónde podemos hablar con el otro sobre la verdad de algo?

- Relativismo: el límite del conocimiento se encuentra en "el depende", en las circunstancias de cada caso. El conocimiento siempre es subjetivo, parcial. Hay tantas verdades sobre algo como circunstancias. La verdad siempre es subjetiva y por tanto puede haber tantas verdades como sujetos diferentes. Podemos buscar la verdad con el otro hasta que el otro dice: "es mi opinión". Más allá de ese juicio no podemos llegar. Los distintos puntos de vista son incompatibles. Ante la opinión del otro, solo puedo ser tolerante, y celebrar la diversidad multucultural y la riqueza que cada uno lleva en su interior.

- Perspectivismo: el conocimiento no tiene límites. Si pudiéramos tener todas las perspectivas que se pueden tener sobre algo que queremos conocer, como las piezas de un puzzle, conoceríamos de verdad ese algo. Sí existe la verdad absoluta pero no es accesible a ningún individuo aislado. Por lo tanto, el diálogo con el otro no tiene fin porque las perspectivas de cada uno son inagotables y en todo momento todas ellas son necesarias para componer el puzzle de la verdad. Mientras que la opinión de uno es incompatible con la del otro y por eso solo cabe el respeto y la tolerancia ("tú piensas de esta forma y yo de esta otra: paz y amor"), la perspectiva se sabe que lo es porque está llamada a buscar el punto de encuentro o de encaje con la perspectiva del otro: en algún lugar tiene que encajar lo que tú dices y lo que yo digo.

27. ¿Podemos saber algo de algo? (Página 93).

¿Podemos en algún momento hacer un juicio definitivo sobre la verdad de algo?

- Dogmatismo: podemos saberlo todo y estar seguros de ello. El saber, sea cual sea su forma, persigue llegar a ese momento en que podemos realizar juicios definitivos sobre algo. Por ejemplo cuando se dice que algo está demostrado científicamente.

- Escepticismo: nunca podemos estar seguros de ninguno de nuestros conocimientos. Por lo tanto, hay que suspender el juicio (epojé): nunca debemos llegar a ese momento de enjuiciamiento definitivo sobre un asunto.

26. Consideraciones sobre el método y la "minoría de edad culpable".

¿Dónde hay un tutor? ¿Dónde está el especialista o el turorial? La preocupación por el método es urgente. Pero no como tránsito para pasar de la ignorancia al saber. Sino como posibilidad de permanecer en la ignorancia pero sin pagar el precio que ésta entraña: no me pierdo nada por ser ignorante. Esto es posible porque hay otro que sabe por mí, de quien consumo su saber, pero que una vez "metabolizados" sus consejos de experto, me deja tan ignorante como antes aunque con la sensación de haber accedido a lo que la sabiduría me habría permitido. Un ejemplo: el gps del móvil es capaz de llevarme al lugar al que quiero ir sin que sea capaz de saber cómo ir. Nunca dejo de ser ignorante respecto a saber cómo ir a mi destino, pero eso no me impide llegar a mi destino. El GPS, el tutorial, el tutor, no me saca de mi minoría de edad culpable, de mi ignorancia, pero eso no me impide disfrutar de lo que la sabiduría sobre tal o cual asunto me permitiría obtener. Tutoriales, cursos, expertos, métodos para todo. Productos de consumo que sin dejar de ser ignorante me permiten vivir como si no lo fuera.

José Luis Pardo: Correspondencias.

"Para mí, desde luego, las nuevas tecnologías son un instrumento maravilloso, pero también una ocasión infinita para la distracción y la dispersión. La dificultad para leer a Hegel, o para tocar el violín, sigue siendo hoy la misma que ayer: requiere de una formación, de una disciplina y de un entrenamiento que la tecnología por sí misma no proporciona. Lo que lo hace cada vez más difícil no es la tecnología, sino acaso la ilusión de que la tecnología podría resolver esas dificultades como una varita mágica, sustituyendo el conocimiento por la información (en muchos casos "información-basura") o por el cotilleo. El problema es el modo como las instituciones educativas están utilizando la coartada de las nuevas tecnologías para imponer una enseñanza cada vez más desarticulada y desarticulada, al servicio de intereses espurios que ni siquiera son siempre los de un supuesto 'mercado de trabajo'".